Max Verstappen acostumbra a ser un piloto muy pasional a la hora de reaccionar ante ciertas circunstancias. La trifulca que tuvo el neerlandés con Esteban Ocon en el garaje de la FIA tras la carrera en Brasil fue una nueva demostración del explosivo carácter del piloto de Red Bull, un encontronazo por el cual fue castigado con la obligación de realizar servicios comunitarios bajo la supervisión del órgano de gobierno.

El encontronazo entre Verstappen y Ocon se llevó todos los focos durante el domingo, convirtiéndose en la imagen del fin de semana en el circuito de Interlagos. Ross Brawn se ha pronunciado sobre el incidente entre los dos pilotos centrándose en el carácter del neerlandés, quien considera que tiene que aprender a canalizar sus emociones en este tipo de sucesos.

“Verstappen apretó en las últimas vueltas, pero no fue suficiente para recuperar el liderato. Después de eso, Max descargó su ira en el parc fermé, haciendo contacto físico con Ocon. No fue algo bonito de ver y, aunque es entendible, no es justificable. El incidente con Ocon fue un momento cruel, pero después Max demostró que, si bien ha progresado muchísimo en su carrera, todavía no es capaz de controlar sus emociones en estas situaciones y ese es un paso esencial”, comentó Brawn.

El director deportivo de la Fórmula 1 señala la juventud de Verstappen como una de las razones por las que reaccionó de forma violenta al encontrarse con Ocon tras la carrera. No hay que olvidar que todavía es muy joven y, aunque su conducta no fue justificable, se puede entender la frustración que sintió tras el incidente y después de la carrera”, manifestó.

“El resultado de esto no debería invalidar lo que fue una actuación espectacular por parte del neerlandés. Después de todo, no se adelanta a dos Ferrari y dos Mercedes todos los días. Estoy seguro de que Max aprenderá de lo ocurrido, incluyendo la sanción que recibió. Todo lo que pasó contribuirá a su desarrollo como piloto y principalmente como persona”, añadió Brawn.