- Dacia Jogger: Características, precio y test de conducción
- Los 15 coches de gasolina que menos consumen
- Los 20 coches más baratos del mercado
Un día te acuestas pensado que eres joven, dinámico y divertido y al siguiente te despiertas y estás a primera hora de la mañana en la puerta de un colegio al que has llegado con prisa para dejar los niños en el cole y del que no con menos prisa, te vas a trabajar. La vida tiene sus fases, la vida te da sorpresas y aunque nunca te vieras como alguien que se va a comprar un coche de siete plazas, estos llegan a tu vida como los niños, sin avisar. La cuestión es que hasta la fecha, todos estos modelos tenían al menos dos cosas en común: un tamaño de rinoceronte y un precio aún más aterrador. Ahora, Dacia ha roto moldes con este Jogger que analizamos hoy. Está claro que no es como el resto pero, ¿será una compra tan maestra como parece? Vamos a analizarlo
Jogger, un 7 plazas barato
No es un monovolumen, no es un familiar, no es un SUV y tampoco se trata de un comercial ligero pero es como si Dacia se hubiera quedado con las mejores características de todos estos conceptos y las hubiera metido en una coctelera. Derivado del Sandero, el Jogger utiliza la plataforma CMF-B de Renault pero convenientemente alargada para dar cabida a tres filas de asientos. Así mide 4,55 metros de largo y 1,90 metros de ancho, y presenta una batalla de 2,89 metros.
Su altura de 1,63 metros no está nada mal, es una cota igualmente contenida si tenemos en cuenta que el bastidor presenta una altura libre al suelo de nada menos que ¡20 centímetros! Un dato que ya quisieran para sí muchos SUV y que viene genial por ejemplo, a la hora de superar badenes en ciudad. Pero vayamos al apartado en el que este Jogger se la juega, analicemos su interior.
Un interior con más luces que sombras
En las plazas delanteras se respira el mismo ambiente que en el citado Dacia Sandero, lo cual tiene sus puntos fuertes, pero también sus debilidades. El salpicadero que presenta una imagen moderna y elegante, no es tan agradable al tacto como a la vista, pues la mayoría de los materiales son rígidos y algunos ajustes, mejorables. Con los asientos sucede algo parecido, su diseño es muy ergonómico pero el mullido no es tan firme como nos gustaría de modo que no sujetan el cuerpo a la perfección.
Por el contrario, para un coche de su precio, el Jogger cuenta con elementos más que interesantes como el acceso y arranque sin llave, la pantalla multifunción de 8 pulgadas con un manejo muy sencillo y lo último en conectividad, y otros elementos de equipamiento que no trae el Sandero y que resaltan aquí como el asistente de arranque en pendiente, el freno de estacionamiento eléctrico, el avisador de obstáculos en ángulo muerto, la frenada de emergencia en ciudad o los sensores de aparcamiento tanto delanteros como traseros, estos últimos acompañados por una cámara de buena resolución.
En la segunda fila llama mucho la atención el buen acceso que ofrece la puerta, de gran tamaño y sobre todo la posición tan elevada en la que se sitúan los asientos que hace que no solo resulte sencillo entrar y salir del coche, también se pueden aclarar dispositivos de retención infantil o atender a los niños de forma plácida. La cota de altura es muy buena y la anchura no está nada mal, tan solo echamos en falta mayor espacio para las piernas hasta el punto de que con el asiento del conductor en mi posición natural –mido 1,80 metros–, la bandeja de tipo avión que viene instalada en el respaldo del mismo, rozaba claramente con la banqueta al tratar de desplegarla.
Lo mejor viene cuando pasamos a las plazas auxiliares traseras, donde nos aguarda una sorpresa gran sorpresa. Con solo dos sencillos movimientos plegamos los asientos de la segunda fila y accedemos (con un poco de flexibilidad) a estos asientos más pequeños pero bien estudiados. Aquí la altura disponible sigue siendo buena para dos adultos, conservamos iluminación, ventilación gracias a las ventanillas de apertura en compás y además, bajo los asientos queda hueco suficiente para meter los pies. Vamos, que son plazas perfectamente válidas para dos adultos.
Lo único que echamos en falta además de la regulación longitudinal en los asientos de la segunda fila, es que éstos aunque lo parezcan, no son independientes. Se pliegan en proporciones 60/40 y no se pueden desmontar con facilidad como los de la tercera fila (que pesan apenas 10 kilos cada uno). Además, también nos gustaría disponer de ventilación y entradas auxiliares en toda la zona posterior del Jogger que sin embargo, es generoso a nivel de iluminación, huecos útiles –incluida una guantera muy amplia– y sobre todo, espacio. Mucho espacio.
El maletero se reduce a 160 litros con las siete plazas desplegadas pero se va hasta los 565 en su configuración de cinco asientos y hasta los 1.819 litros si abatimos y plegamos la segunda fila operación que por cierto, es tan práctica como sencilla.
Un Dacia estable e infatigable
En carretera el Jogger ofrece un comportamiento que puede resultar cualquier cosa menos chocante. Es lo que pasa cuando manejas un coche que en realidad, es un derivado de otro que ya has conducido anteriormente. Las sensaciones generales que ofrece son casi calcadas a los Sandero y Logan, algo que por cierto, tiene sus ventajas. No tenemos la impresión en ningún momento de manejar un siete plazas, más bien todo lo contrario. El Jogger se maneja en todo momento con gran facilidad, ofreciendo sensaciones muy previsibles y permitiendo una maniobrabilidad en ciudad excelente para un coche de su tipo. Eso sí, no resulta tan precio, estable y cómodo en carretera como un monovolumen o SUV de su tipo. Aquí es donde la diferencia de precio sale a relucir.
Lo que sí sorprende –y mucho– es el rendimiento del motor 1.0 EcoG de Renault en un coche tan capaz como éste. El conocido bloque tricilíndrico turbo se muestra voluntarioso en todo momento, ofreciendo así una respuesta mucho más satisfactoria de lo que esperaba, incluso cuando viajamos cargados, incluso cuando va consumiendo gas –GLP– en lugar de gasolina.
Es cierto que no es un prodigio de finura y de hecho suena bastante sobre todo en frío, pero hay que reconocer que cumple con creces su función gracias a que entrega un buen par a medio y bajo régimen. Concretamente, entre las 2.000 y las 3.500 vueltas es cuando este motor se siente más cómodo entregando hasta 170 Nm de par y aunque no es una cifra espectacular, precisamente, la sensación de empuje que tenemos es satisfactoria. Con sus prestaciones sucede lo mismo, no le hacen justicia a un Jogger que se desenvuelve bien tanto en zonas urbanas como en carretera. La aceleración de 0 a 100 km/h se alcanza en 13 segundos y la velocidad punta es de 175 km/h.
Por otro lado, como este motor que va asociado a un cambio manual con seis marchas bien escalonadas, destaca por su eficiencia de uso. La clave es que puede funcionar con GLP, o lo que es lo mismo, con un gas que puedes repostar en casi cualquier gasolinera con un precio bastante inferior al de la gasolina. Con los dos depósitos llenos, el Jogger dispara su autonomía por encima de los 900 kilómetros en uso real, y además, la transición entre gas y gasolina es prácticamente imperceptible y el conductor puede elegir cuando emplear un carburante u otro.
Una tecla bien situada a la izquierda del volante, permite hacer el cambio y un testigo se ilumina cuando vamos a gas. Lo mejor de todo es que como la instalación de este sistema es de fábrica, el ordenador de viaje nos permite conocer con exactitud tanto el nivel de ambos combustibles como los datos de consumo y autonomía que ofrecen ambos. Así este familiar de 7 plazas puede resultar mucho más económico para un uso diario que el resto de sus alternativas lógicas, al menos si el precio del gas y la gasolina no se disparan.
En nuestra prueba de consumo el Jogger necesitó una media de 5,7 litros a los 100 kilómetros en el caso de gasolina, que se elevó hasta los 7 litros cuando seleccionamos el GLP como combustible único para este mismo trayecto.
Dacia Jogger - fotos
Valoraciones del Dacia Jogger
Llega la hora de sacar conclusiones... y números. El Jogger está a la venta con esta mecánica y configuración de siete plazas desde 17.150 euros –descuentos aparte– y en acabado Comfort. Ahora bien, si no necesitas la tercera fila de asientos la factura puede bajar hasta los 14.990 euros a cambio también de perder algo de equipamiento por el camino –Essential–. No obstante, el modelo que has visto en esta prueba y que incluye toda la dotación que hemos descrito es el Dacia Jogger Extreme Eco-G 100 CV 7 p y está a la venta desde 18.400 euros. Este último precio se parece bastante al de un Fiat Tipo Station Wagon bien equipado o un Kia Ceed SW básico pero ambos no pueden tener ni siete plazas ni una capacidad similar a este Jogger. Así que sí, definitivamente Dacia lo ha vuelto a hacer. Lo que tiene en el mercado es un modelo único, un familiar muy completo y realmente barato que no tiene rival a nivel calidad/precio.
A favor: Maniobrabilidad. Amplitud. Respuesta y eficiencia del Eco-G. Acceso a las plazas traseras. Precio, sobre todo de las versiones intermedias.
En contra: Rumorosidad en marcha. Segunda fila de asientos poco regulable. Precisión de guiado. Calidad de algunos materiales y ajustes.
