Si buscas coche nuevo y tus requisitos son: SUV, familiar, buen maletero, potencia de sobra y barato puedes tener dos cosas muy claras. La primera es que da igual el buscador que utilices, no te va a dar demasiados resultados y la otra es que este SsangYong Tivoli Grand es uno de los pocos modelos a la venta en nuestro mercado que reúne todos esos requisitos así que te recomiendo que no te pierdas nuestro análisis y valoraciones sobre un coche que por supuesto, conocemos muy bien en Car and Driver.

Anteriormente llamado XLV, este polivalente todocamino de SsanYong llegó a nuestro mercado en 2016 junto con un modelo que no tardó en posicionarse como el más popular de su gama, el Tivoli. De este tomó ya entonces prestados tanto la plataforma mecánica como la mayoría de los componentes, pero por aquel entonces los coreanos eligieron un nombre distinto para evidenciar el corte más familiar de un modelo que nos recibe ya con la leyenda 'Tivoli' bien visible en el centro de su portón trasero y con un pequeño logotipo 'Grand' situado a la derecha. "Lo primero que ha ganado este coche es honestidad" –reflexiono mientras lo rodeo tratando de encontrar –sin éxito– alguna diferencia más reseñable respecto a su antecesor que ya entonces identificamos claramente como la variante familiar del Tivoli.

preview for SsangYong Tivoli Grand: Un SUV ¿barato y familiar?

SsangYong Tivoli Grand, un nombre más honesto

Ambos, Tivoli y XLV fueron objeto de una de nuestras pruebas de largo recorrido poco después de llegar al mercado y recibieron una profunda renovación en 2019, de modo que salvo el cambio de denominación, no existen demasiadas diferencias entre el Tivoli Grand que tenemos delante y el último XLV con el que nos cruzamos España hace unos cuantos años justo por estas fechas, para asistir a los Test F1 de Montmeló.

La solidez y elegancia que caracterizó al diseño de ambos desde el principio, le ha dado la razón a SsangYong que a nuestro juicio, tiene dos modelos con un look perfectamente contemporáneo pese a su larga trayectoria en el mercado. Pero si la diferencia entre ambos es evidente: 26 centímetros de longitud extra para el modelo que nos acompaña respecto al B-SUV que le ha cedido su nombre, entre aquel XLV inicial y este Tivoli Grand también existe un factor diferenciador: el motor. Antes solo estaba disponible con un gasolina de 128 CV y un diésel de 115 CV, ambos de 1.6 litros de cilindrada. Ahora, un nuevo bloque 1.5 Turbo de gasolina se encarga de concedernos nada menos que 163 caballos de potencia y 280 Nm de par máximo, cifras muy a tener en cuenta en un coche con el que puedes viajar muy cargado. Pero antes de lanzarnos a la carretera, analicemos el interior.

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SsangYong//Car and Driver

A los mandos del Tivoli más grande

El Tivoli Grand nos brinda un puesto de conducción un tanto singular pero en el que no tardamos nada en sentirnos cómodos. La posición al volante es solo un poco más elevada que la de un turismo y desde luego, más baja que la de los SUV más camperos del mercado. Lo bueno es que tanto el asiento como el volante consienten una buena regulación, de forma que es fácil elegir una buena postura, desde la que lograr una gran visibilidad delantera, pues la posterior está bastante más limitada en este modelo que incluye una luneta muy corta y situada en una posición elevada.

A nivel de tecnología destaca el cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas incluido de serie en nuestra unidad de pruebas, la denominada Limited y sí, la más alta de la gama. Desde niveles más inferiores está disponible la otra pantalla, la central de 8 pulgadas y ambas ofrecen buena lectura y un funcionamiento muy sencillo. Solo el software de la segunda resulta mejorable a nivel de menús y sobre todo, el navegador brilla por su ausencia. Eso sí, como incluye Android Auto y Apple Car Play, si conectamos nuestro smartphone mediante su cable a una toma USB, disfrutaremos en la pantalla en este Tivoli Grand que en el SUV más costoso y sofisticado del mercado.

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Lo que no cambia en este habitáculo respecto al del XLV previo es la discreción de algunos de sus materiales y acabados. La presencia del llamado Piano Black –plástico negro en alto brillo– es excesiva y se concentra en casi todas las superficies de contacto habitual para conductor y pasajero, de modo que no será fácil encontrar huellas y arañazos en las mismas, con el uso habitual del coche. Por el contrario, valoramos muy positivamente la cantidad de huecos útiles que ofrece este habitáculo, con una capacidad generosa en los paneles de las puertas, la consola central, el cobre situado bajo el reposabrazos o la guantera. Solo el compartimento de la consola central situado justo delante de la palanca del cambio resulta algo insatisfactorio, pues es pequeño para dejar un smartphone del tamaño medio que se estila hoy en día.

Buen maletero y mejores plazas traseras

En la parte posterior nos encontramos igualmente con un espacio amplio, tanto para dos adultos como para tres menores que no requieran de dispositivos de retención infantil muy aparatosos. Las plazas laterales destacan a nivel de altura y longitud disponibles, mientras que la anchura a la altura de los hombros es bastante más justa. En este detalle y sobre todo en la plaza central –más estrecha– es donde se nota que viajamos en un modelo derivado del Tivoli, un coche del segmento B. Así, tampoco encontramos tomas de ventilación ni entradas auxiliares en unas plazas traseras que a cambio, presentan unos asientos con buen mullido y respaldo regulable y un suelo prácticamente plano, sin el habitual escalón en el centro a cargo del túnel de transmisión.

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SsangYong//Car and Driver
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El maletero, por su parte, alcanza los 574 litros y tiene formas muy regulares. De hecho, la marca anuncia 720 litros de capacidad si aprovechamos el espacio hasta el techo y 1.440 litros si abatimos los respaldos de los asientos posteriores –60/40–. El plano de carga, en cambio, es demasiado elevado y la boca un poco más estrecha de lo que nos gustaría sobre todo en su parte central. Pero no hay duda de que estamos ante un espacio de carga generoso y práctico en líneas generales. A esto último contribuyen detalles a destacar como los ganchos para colgar bolsas, las mallas laterales para fijar bultos sueltos o la alfombra de goma anti deslizante que equipaba nuestra unidad de pruebas, fácil de desmontar y lavable a mangueras.

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Hasta aquí todo más o menos como lo recordábamos en el XLV, pero llega el momento de darle protagonismo a una de las grandes novedades de este renombrado SUV de SsangYong, llega el momento de ver cómo va en carretera y por tanto, de analizar su mecánica G15T.

En marcha con el Tivoli Grand G15T automático

Desde los primeros metros, las diferencias de funcionamiento entre este motor y el anterior 1.6 saltan a la vista, aunque no todas las sensaciones que ofrece la nueva mecánica son positivas. Desde luego, valoramos un empuje contundente que nos permite acelerar desde parados y sobre todo realizar recuperaciones en marchas –entre 80 y 120 km/h por ejemplo– con gran brillantez, pero la entrega de potencia no es nada lineal y la gestión del cambio automático tampoco facilita que el motor gire en su régimen más aprovechable la mayor parte del tiempo.

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Hablamos de un convertidor de par de seis marchas que tiende a engranar velocidades muy largas, incluso rodando a ritmo bajo, en ciudad. Esto merma el agrado de conducción pues a menudo tienes que acelerar más de la cuenta o intervenir en el cambio –sin levas tras el volante– para tener una respuesta adecuada y no encontrarte con el gran escalón de potencia que presenta el propulsor por debajo de las 1.500 vueltas. Pero claro, cuidado si superas este régimen con el pie derecho demasiado hundido en el acelerador, pues te encontrarás con un certero tirón que por ejemplo, si estás tomando una curva o ganando velocidad desde parado, pondrá en jaque al eje delantero obligando a intervenir al control de tracción. Eso por no hablar del consecuente gasto de combustible.

El motor 1.5 ofrece un gran empuje pero tiene mucho turbolag y el cambio automático no lo mitiga

Así, los primeros kilómetros en ciudad exigen cierta adaptación a esta respuesta de "todo o nada" por parte de la mecánica de nuestro SsangYong. No obstante, una vez le coges el punto, valoras su capacidad de tirar del Grand Tivoli con solvencia incluso cargado, así como su finura y escasa rumorosidad. Con cambio automático, el empuje máximo se reduce a 260 Newton/metro pero la curva de par es idéntica, de modo que es constante entre las 1.500 y las 4.000 revoluciones por minuto, un rango amplísimo aunque ya sabes, por debajo y por encima de esas vueltas, el rendimiento decae claramente.

Respecto al consumo, la unidad probada declara 7,8 litros a los 100 kilómetros en ciclo WLTP, pero en nuestro recorrido de pruebas habitual, a ritmo sostenido y velocidad legal, la cifra obtenida fueron 8,2 l/100 km de gasolina. Por cierto, este motor se puede adaptar a gas –GLP– por solo 2.050 euros y a día de hoy puede resultar una opción más que recomendable a nivel de economía de uso y también porque obtienes la etiqueta ECO de la DGT. Eso sí, pierdes algo de capacidad en el maletero, pues es donde se ubica el depósito circular del GLP.

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Por lo demás, el Tivoli Grand ofrece un comportamiento general agradable. Es un coche mucho más manejable en ciudad de lo que pueda aparentar mientras que en carretera, también se desenvuelve con mayor agilidad de la que puedas esperar dados sus 1.425 kilos en orden de marcha. Su dirección de asistencia eléctrica, es ligera y resulta bastante rápida aunque menos comunicativa de lo que nos gustaría y en la misma línea, la suspensión no logra contener los balanceos de la carrocería en las curvas más cerradas, pero sí permite superar badenes en ciudad con entereza o filtrar las irregularidades del asfalto en carretera. En este sentido, viajamos en el típico vehículo rutero que sin ser especialmente dinámico, da confianza al volante pues sus reacciones son muy previsibles –con una tendencia natural al subviraje– y además, avisa enseguida de dónde están sus límites.

SsangYong Tivoli Grand - fotos
ssangyong tivoli grand

Precios, gama y equipamiento del Tivoli Grand

La gama Tivoli Grand está formada por cuatro acabados: Line, Urban Plus, Premium y Limited. Esta última ha sido la que hemos probado y es la única que incluye caja de cambios automática, retrovisores plegables eléctricamente, llantas de 18 pulgadas (neumático 215/50 R18) o sensores de aparcamiento delanteros y traseros, entre otros elementos de equipamiento destacados.

Todos estos son elementos a añadir a otros tan interesantes como la cámara de marcha atrás, el climatizador bizona, la pantalla táctil de 8 pulgadas, el Apple CarPlay y Android Auto y sobre todo, a los asistentes a la conducción del denominado SASS. Este pack de serie incluye: frenado automático de emergencia, alerta por cambio de carril involuntario, asistente de mantenimiento de carril, detector de fatiga, control de descenso de pendientes y alerta de distancia de seguridad.

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Con un precio de tarifa de 27.410 euros, los descuentos vigentes dejan el SsangYong Tivoli G15T Automático que hemos probado en 24.100 euros, mientras que con este mismo motor, cambio manual de seis marchas y el acabado básico el importe baja hasta los 17.200 euros. Sin duda, hablamos de un importe más que asequible para un vehículo de estas características y con todo este equipamiento.

Valoraciones del SsangYong Tivoli Grand

Después de todo, queda claro que no hay muchas alternativas al vehículo que acabamos de probar. Es un SUV de carácter eminentemente familiar, sin pretensiones de todoterreno pero con un habitáculo amplio y bien equipado y un maletero muy capaz. En carretera es un coche cómodo y previsible y en ciudad se maneja con más soltura de lo que pueda parecer. A nivel mecánico el silencio de marcha y el gran empuje que es capaz de ofrecer en su régimen de giro apropiado el motor 1.5 Turbo son sus puntos fuertes, pero la entrega de potencia no es nada lineal y la gestión del cambio automático también es mejorable. Ambas circunstancias además, repercuten en consumos más elevados de lo deseable. En cualquier caso, ofrece una dotación muy elevada para un coche de su precio.

A favor: Habitabilidad. Maletero. Empuje del motor G15T. Relación equipamiento/precio.
En contra: Entrega de potencia y consumos del G15T. Cambio automático. Peso.