El mar no sólo es una de las vistas más bellas e inspiradoras que pueden contemplarse con los ojos, también es el ecosistema que sirve de hogar al sinfín de especies animales y vegetales que habitan bajo sus aguas.

Un ecosistema que, en el mundo actual y a pesar de lo mucho que lo disimula su color azul, está entre los más afectados por la contaminación. Cada año, toneladas de residuos y desechos plásticos llegan hasta las costas por causa de la actividad de la industria y el descuido de los ciudadanos. Y salvo que la acción del hombre los elimine, se quedan flotando en una lenta degradación que puede durar miles de años.

Por ello el especialista en economía circular Gravity Wave mantiene un proyecto que en este 2022 ya ha extraído hasta dos toneladas de plástico de las aguas del Mar Mediterráneo. Una tarea titánica para la cual ha contado con el apoyo de Mini.

Pequeños gestos que evitan grandes desastres

En poblaciones de tradición pesquera como la levantina Calpe, residuos típicos como las redes viejas son un peligro para peces y moluscos ya que se quedan atrapados hasta la muerte entre sus fibras de nailon. Otro desperdicio muy perjudicial, y por el mismo motivo, son las tramas que sujetan las latas de bebida compradas al por mayor.

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Mini

A lo largo del año, el proyecto de Mini y Gravity Wave ha hecho posible que por cada venta de la marca británica en España se haya eliminado un kilo de plástico perdido en el fondo marino hasta un total de 2.000, en una campaña que ha contado con la participación de varios embajadores de Mini como Manu San Feliz y Daniel Illescas.

De acuerdo con los principios de la economía circular, todo este plástico se ha reciclado para reaprovecharse en la construcción de mobiliario urbano. Pero todavía queda mucho más en el fondo del 'gran azul' y, según los responsables del proyecto, aún están muy lejos de su objetivo que es recuperar, como mínimo, 10.000 kg en total de estos plásticos que amenazan la vida en los mares.