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En 2022, una nueva regulación aerodinámica hizo que volviera el efecto suelo a la Fórmula 1. Los equipos quisieron aprovechar al máximo esta nueva ventaja, pero se encontraron con que, debido a esto, los coches sufrían demasiado rebote, haciendo que en muchas ocasiones rozaran incontrolablemente el asfalto y perdiendo el efecto aerodinámico deseado. Uno de los equipos que más lo ha lamentado ha sido McLaren, y sus pilotos han hablado sobre los efectos negativos que ha tenido en su salud.
Causas del rebote de los coches
Este rebote, llamado “efecto marsopa”, era muy habitual verlo en 2022 de forma exagerada en los coches cuando pasaban por grandes rectas. El equipo papaya no ha sido el único afectado, sino que se convirtió en un problema transversal de toda la parrilla. Ante la preocupación de la gran mayoría de equipos, la FIA decidió tomar una medida para la temporada 2023, ordenando que los bordes del bajo se elevaran como mínimo 15 mm del suelo.
A pesar de esto, el problema del rebote todavía está presente y algunos pilotos ha visto comprometida su salud por este motivo. La preocupación comenzó con la teoría de que el problema de apendicitis de Carlos Sainz en Gran Premio de Arabia Saudí de este año, y el de Alex Albon en 2022, podrían estar causados por el “efecto marsopa”.
Sobre esta posibilidad habló Lando Norris; “No sé cómo se correlacionaría. No soy médico, así que no voy a decir mucho. Definitivamente no es tan malo como hace dos años. Así que las cosas han mejorado desde entonces con las marsopas y todo eso, pero aún tienes que hacer funcionar los autos extremadamente bajos y rígido"
Quejas de McLaren
Desde 2022, los equipos han adoptado suspensiones más rígidas para conseguir mejorarlo, a pesar de ello, el piloto británico confesó que el problema es algo que la ha pasado factura físicamente. "Todavía lucho mucho con mi cuerpo y mi espalda y todas esas cosas. Ahora tengo que hacer muchas cosas que no tenía que hacer hace unos años. Así que no diría que se debe directamente al coche. Creo que un poco de esto es algo natural para mí”, dijo el británico.
“Siento que hemos hecho un buen trabajo al abordarlo, pero es algo a lo que debemos estar atentos en el futuro. Como dijo Lando, al final del día, vamos a conducir el coche como sea más rápido y nunca vamos a renunciar al tiempo de vuelta por tener dolor en el cuerpo después de la carrera. Se necesitan reglas que nos impidan eso porque somos tan competitivos que vamos a conseguir el mejor tiempo de vuelta sin importar lo que cueste", añadió Oscar Piastri.
También habló Andrea Stella, jefe del equipo, considera que deben llegar soluciones los más pronto posible y se deberían tener muy en cuenta en la nueva regulación de 2026.
“Hemos recorrido un largo camino para comprender estos desafíos, y esta es también la razón por la cual estos coches son mucho más cómodos de conducir ahora, pero aún pueden ser bastante complicados. Si tomas la sección de alta velocidad, todavía tienden a rebotar un poco, a tener un poco de marsopa, y los autos pueden volverse bastante ágiles debido a este fenómeno. Por lo tanto, no se trata sólo de la comodidad, sino también de lo al límite que se vuelve el monoplaza cuando comienza a tener estas oscilaciones dinámicas.”
“Todo este aprendizaje definitivamente debería tenerse en cuenta al diseñar las regulaciones de 2026, especialmente si son una derivación con autos más pequeños, como se pretende que sean, pero fundamentalmente una derivación de los coches de efecto suelo que estamos usando en este momento. Sería un trabajo inconveniente e incompleto si en 2026 los coches tuvieran problemas similares a los de 2022”, concluyó Stella.
