El piloto de Toro Rosso, Carlos Sainz, se ha confesado a través de una entrevista muy personal para la web oficial de la F1, en la que repasa algunas de los aspectos menos conocidos del piloto español.

En primer lugar, Sainz reconoce que algún día le gustaría disputar uno de los rallies importantes a nivel mundial; algo que, posiblemente, venga de familia.

"Conducir un coche de rally, Algún día quiero competir en uno de los grandes rallies. En mi lista de objetivos está ser campeón del mundo, hacer un rally y después ya se verá", señala.

Además, afirma que es una persona bastante temeraria, aunque no le gusta que otros tomen riesgos por él.

"Me da miedo hacer algo arriesgado de lo que no tenga total control. Soy bastante temerario, pero tengo que tener el control, nadie más debe tomar el riesgo por mí".

¿Una situación embarazosa? El piloto madrileño se remonta a sus primeros pasos en los monoplazas: "Hice un trompo en una de mis primera carreras de la Fórmula BMW. Nadie me forzó a hacer esa estupidez, no había nadie alrededor y lo hice".

Así, asegura que el último peor momento lo vivió durante el fin de semana de Gran Premio en Bahréin, aunque indica que lamenta más lo sucedido el sábado que el domingo.

"Todo el mundo pensará que la carrera de Bahréin, pero no. Fue el sábado de ese mismo GP, cuando me quedé fuera de la Q1".

Fuera de las carreras, Carlos define lo que sería un fin de semana perfecto para él: "Salir a correr temprano por la mañana, comer con toda mi familia, jugar al golf por la tarde y por la noche ver una película".

Por último, el piloto de 22 años desearía que su familia pudiese experimentar lo que él durante cada carrera: "Todo el mundo debería pilotar un coche de F1 alguna vez en su vida. Es una sensación que me gustaría que mi familia experimentase, por lo que sabrían cómo me siento cada fin de semana", concluye.