Finalmente la Federación Internacional del Automóvil se ha pronunciado sobre las acusaciones de conflicto de intereses generados por la venta de los derechos de la Fórmula 1 y el beneficio económico que la FIA se ha llevado directamente de ellos.

Como órgano regulador, la FIA debió dar la aprobación sobre el cambio de titular de los derechos comerciales de la Fórmula 1. Este cambio de titular incluía la adquisición de las acciones que poseía la FIA, un 1% por el cual la Federación se ha embolsado alrededor de 75 millones de euros.

Pese a esto, la FIA ha declarado que no había conflicto de intereses en aprobar el cambio de titular de los derechos en función de los acuerdos entre ambos y buscando el mejor interés para el campeonato. Aclara la FIA que según los acuerdos alcanzados en 2001, la FIA solo podría haber denegado el cambio de titular en los derechos de la Fórmula 1 si éste hubiera alterado la capacidad del titular para cumplir sus obligaciones y que no considera que Liberty Media sea un riesgo en este sentido.

También incide en que nada tienen que ver con el reparto de los beneficios entre Fórmula 1 y equipos, ya que estos obedecen a acuerdos bilaterales entre la competición y los propios equipos, acuerdos que la FIA afirma desconocer.

La FIA lamenta que se haya dado información inexacta sobre el tema a raíz de la votación favorable que recibió una petición en el parlamento para estudiar detenidamente varios temas de la Fórmula 1, información a la que incluso tacha de malintencionada, al tiempo que afirma estar deseosa de demostrar la ausencia de conflicto de intereses en todo este asunto.