Maurizio Arrivabene, jefe de Ferrari, ha admitido que su equipo necesita progresar en el área de aerodinámica del monoplaza. Con James Allison fuera de la escudería, Sebastian Vettel cuestionando la estrategia del equipo en las carreras y Red Bull claramente por delante en el último Gran Premio, la prensa italiana habla cada vez más de crisis en la Scuderia.

Arrivabene admitió tras el GP de Alemania que no había "ninguna duda" de que los de Milton Keynes habían hecho un mejor progreso en la primera mitad de la temporada. Sin embargo, se negó a hablar sobre la figura de Allison.

"Por razones personales, no quiero hablar sobre James. Nos reorganizamos sin pánico, pues sabemos exactamente lo que tenemos que hacer y sabemos exactamente las áreas del coche que tenemos que mejorar. Desde Barcelona se ha avanzado muy poco en cuanto a la carga aerodinámica, el motor no es mi principal preocupación. Ahora el trabajo se detendrá durante las vacaciones de verano, pero luego vamos a tener que ir a toda velocidad", ha añadido.

El presidente no ejecutivo de Mercedes, Niki Lauda, sin embargo, cree que la salida de Allison es más alarmante de lo que el equipo de Maranello admite. "En medio de la temporada, un cambio de este tipo no es una buena noticia y sólo trae confusión y debate, en particular en Ferrari", señaló el austriaco en Hockenheim para el periódico Welt.