El más contento era Felipe Nasr, puestos 14º y 19º, en la sesión matutina y luego vespertina, ya que pudo disputarlas con un nuevo chasis, después de los problemas sufridos con el anterior en las tres carreras previas al Gran Premio de Rusia.

"Fui capaz de completar el programa según lo previsto. Cubrí un kilometraje decente, que era importante, con el fin de entender cómo se comportan los neumáticos en comparación con el año pasado. El coche está más manejable en comparación con los fines de semana carrera anteriores. Estaba satisfecho con el ritmo con los neumáticos blandos, pero tenemos que trabajar más en el compuesto superblando. Probamos un poco de trabajo en la puesta a punto para la carrera con los neumáticos superblandos, que no funcionó como queríamos. Tenemos que analizar esto, pero creo que hay margen de mejora", ha apuntado el brasileño.

Más taciturno y cariacontecido estaba el sueco Marcus Ericsson, pues primero fue 19º para luego empeorar en los Libres 2 y ocupar la última plaza. Problemas de agarre, de temperatura en las gomas se acumularon para no poder sacar más de su C35.

"No fue el viernes ideal para mí. Sin embargo, me encontré con muchas vueltas para reunir una gran cantidad de información sobre el coche. Esta pista tiene un asfalto único, que hace que sea difícil conseguir que los neumáticos trabajen bien. Lo vimos el año pasado, y de nuevo hoy, y he estado luchando para obtener que los neumáticos estuvieran en la ventana adecuada. Hemos probado diferentes reglajes, pero no vamos en la dirección correcta todavía. Tenemos que mirar a los datos y ver lo podemos hacer mejor para el resto del fin de semana", ha expresado para finalizar Ericsson.