A pocos días de que el STR11 vea la luz ante el público, Carlos Sainz ha estado durante tres días en la sede de Toro Rosso, ubicada en Faenza, para preparar la nueva temporada y conocer de primera mano los detalles de su nuevo monoplaza y del motor Ferrari. Unas jornadas que el español ha definido como "productivas e interesantes", según se puede leer en la página web oficial del piloto.

Así, el madrileño se ha montado en el habitáculo que ocupará este año y ha aprovechado para hacerse su nuevo asiento; una tarea que ha llevado un par de horas para que el resultado sea perfecto. Este asiento debe estar adaptado a la fisonomía del piloto, de modo que este pueda pilotar en la posición más cómoda posible y poder evitar lesiones mayores en caso de accidente.

Además, el compañero de Max Verstappen ha podido tener entre sus manos el nuevo volante del vehículo y así poder memorizar la nueva posición de los diferentes botones que tendrá que pulsar en tantas ocasiones a lo largo de la temporada.