La popularidad de la Fórmula 1 en Alemania sigue en declive. La cobertura de la cadena alemana ARD el domingo del biatlón atrajo a 3,95 millones de espectadores, 120.000 más que la final del Gran Circo en Abu Dhabi. El jefe de deportes de RTL, Manfred Loppe, cree que la bajada de audiencias se debe a que el Campeonato ya se había decidido semanas antes.

"Por supuesto que eso desinfló las ganas de la gente. Para 2016 esperamos que Sebastian Vettel pueda reducir el hueco con respecto a los dos pilotos dominantes de Mercedes así que con suerte, el próximo año la audiencia podrá experimentar una emocionante batalla a tres bandas", asegura Loppe.

Loppe también señala a las autoridades de la F1 y a los equipos por restarle importancia al espectáculo con las continuas disputas políticas. "Esperaría que la F1 se concentrase principalmente en las carreras y no tanto en las discusiones, que dan lugar a más problemas que soluciones", añade.

Tras el dominio de los de Brackley en 2014 y 2015, su jefe, Toto Wolff, sólo espera que sus rivales puedan alcanzarles el próximo año. "Sólo puedo esperar que por la F1 los demás puedan alcanzarnos, ya que sería claramente mejor para el espectáculo. No puedo hacer nada más que eso", señala el austriaco.

"Mi corazón late al ritmo de la competición. Así que espero que los demás hagan un buen trabajo en invierno. Eso es lo que quieren los aficionados también. No sé si será posible con las reglas actuales pero Ferrari ya ha recorrido mucho. Creo que el próximo año va a ser interesante", indica Lewis Hamilton para el diario Welt.

David Coulhard también piensa lo mismo. "No puedo realmente pensar en ningún momento de 2015 que se vaya a recordar en 10 ó 20 años. La F1 necesita mejorar en 2016", apunta para el diario The Telegraph.