El Gran Premio de México fue muy positivo para Red Bull. Con unas condiciones en las que no se adaptaban del todo bien a su monoplaza, especialmente por la exigencia e influencia del motor en la pista, podría haber sido un evento complicado. Pero nada más lejos de la realidad, encontraron en las curvas lentas y en la estabilidad un gran aliado, y tras aprovechar sus oportunidades durante todo el fin de semana terminaron a las puertas del podio con sus dos monoplazas, sin duda, una gran carrera.

Daniil Kvyat indica que quiere ver los cambios en el paddock y reencontrarse con la afición carioca en Brasil. "Es uno de los circuitos clásicos y el ambiente es siempre genial. Creo que han hecho alguna reconstrucción y estoy deseando ver cómo ha cambiado el paddock. El ambiente siempre es genial, con los aficionados tan cerca de la pista. Tienen una gran pasión por la Fórmula 1 y el feeling es siempre bueno en parrilla. La ciudad es enorme, la comida es muy buena y hay restaurantes muy bonitos, si sabes a qué sitios ir, y las chicas son muy guapas", destaca Kvyat.

Al piloto ruso le encanta el circuito porque muy rápido, un reto y muy agradable para conducir. "Es un buen circuito y es uno de los clásicos, tiene cambios de elevación, es algo rápido, la vuelta es corta y hay muy buenos puntos de adelantamiento. Es agradable de pilotar, muy fluido y con curvas de alta velocidad, lo que a los pilotos siempre nos encanta. Me trae grandes recuerdos porque hice mi segundo entrenamiento ahí con Toro Rosso en 2013. La pista estaba mojada, pero realmente lo disfruté y creo que terminé octavo o noveno. La carrera del año pasado no fue bien, tuve una penalización en parrilla, comencé en P17 y conseguí terminar en P11", admite.

Daniel Ricciardo no disfruta demasiado de esta pista, ya que no hay curvas que le hagan divertirse pero el aliento de la grada le ayuda a centrarse. "Brasil en un Gran Premio hermoso con un ambiente genial en una ciudad emocionante pero la pista no está hecha para mí, no hay ninguna curva que te de una auténtica satisfacción. No quiero que suene aburrido porque no lo es, pero como Rusia, no hay una curva que te haga decir 'Wooo-Hooo'. Necesita más curvas y alguna de alta velocidad, hay unas cuantas que tienen buena pinta en papel, pero por los peraltes no tienes el agarre para ir rápido por ellas. La clave del trazado es que no tienes que pensar demasiado, tienes que ir curva a curva y concentrarte en tu posición", explica el de Perth.

Sin embargo, le encanta el ambiente que se crea en esta pista, con la gente animando constantemente, así como las posibilidades gastronómicas que ofrece la ciudad. "La gente acelera tu latido antes de las sesiones, la recta de salida es muy estrecha, así que está as sólo dos metros de la grada. Es mejor esperar que les gustes porque si no eres un objetivo fácil cuando te estás colocando el casco. Es un buen momento, mucho ruido, trompetas, tambores. Como México, es la gente que quieres para las carreras, son geniales. Además los restaurantes me encantan, el año pasado fuimos al Restaurante Figueira Rubaiyat, que tenía una higuera creciendo que cruzaba la mitad del comedor, fue muy especial. Por desgracia, no siendo la carrera final, no me puedo dar un festín, pero puedo ver a otra gente", asegura.

El ingeniero de pista, Guillaume Rocquelin, indica que la de México fue una gran carrera para el equipo, en la que tuvieron que estar muy pendientes de todo lo que pasaba en pista y en su monoplaza, pero con un gran apoyo de las gradas.

"México fue genial, el circuito era genial y hubo un increíble ambiente a lo largo de todo el evento, desde el comienzo del viernes, te sentías como si fuera el día de la carrera. En la pista fue un evento complicado, la gran dificultad fue que es la única pista con un peculiar ambiente, los coches estaban derrapando, tuvimos problemas con el calentamiento y hubo también efecto en la refrigeración de los frenos y motor. Fue como la primera carrera del año, demasiadas cosas a las que mirar. Hicimos bien nuestro trabajo, y la calificación fue bien, el hueco con los coches de delante fue mucho más reducido que en otras carreras y fue mínimo entre Daniil y Daniel. Fue una pena que Daniel perdiera el podio, pero creo que conseguimos lo máximo posible dado el coche que teníamos", expone.

Tras esta carrera encaran el GP de Brasil con la esperanza de hacer un buen papel, en un circuito que sobre el papel no se adapta a sus características. "Ahora vamos a Brasil, circuito en el que estaremos mucho más atrás de lo habitual. La principal variable será la meteorología, que es tan impredecible y siempre hace las cosas interesantes. Creo que hay un nuevo paddock, pero lo que hace especial a Brasil, que espero que no lo hayamos perdido, es que estaremos muy cerca de las gradas al inicio de la carrera, y eso es increíble. Sientes que son parte del fin de semana, estoy deseándolo", finaliza.