Es inevitable empezar a especular sobre el potencial ascenso de los pilotos de Toro Rosso, tanto de Max Verstappen como de Carlos Sainz Jr, como siempre pasa cuando hay una joven promesa en el conjunto de Faenza. Sin embargo, el equipo Red Bull no contempla la opción de quitarle el asiento a Daniel Ricciardo, ni tampoco a Daniil Kvyat, que no ha completado su primer año con los austríacos todavía.

"Mientras esté con nosotros, él (Kvyat) tendrá el asiento en el coche del año que viene. Lo está haciendo genial", comentaba un Christian Horner, jefe de este equipo, muy tajante.

De cualquier forma, ni Kvyat, ni Ricciardo, ni Sainz, ni Verstappen podrán estar en Red Bull 2016 si finalmente los de Milton Keynes no se las arreglan para encontrar un proveedor de unidades de potencia. Todo esto a falta de cuatro meses para el primer Gran Premio de 2016. La fecha límite marcada por el propietario de Red Bull, Dietrich Mateschitz, para encontrar a un motorista de "finales de octubre", tendrá que ser aplazada, como confirmaba ayer en México Horner.

La última baza de Red Bull podría ser Honda, aunque el jefe del grupo McLaren, Ron Dennis, no es partidario de esto. Sin embargo, el jefe máximo de la F1, Bernie Ecclestone, comenta que Dennis "tiene un veto, pero no tiene ningún veto", dado que los japoneses prometieron a la FIA empezar a ser motorista de más de un equipo a partir de 2016.

No obstante, Ecclestone había asegurado hace semanas que el problema de los motores de Red Bull estaba ya resuelto, aunque se contradijo en México. "No hay ninguna garantía, no. Pero estaría muy sorprendido si no se las arreglan ellos mismos", comentaba Bernie hablando para Auto Motor und Sport.

Sobre la posibilidad de que Red Bull acabe montando motores Ferrari, Horner no lo niega. "Podría ser el caso, sí", concluye el de Red Bull. "Por el momento todo es posible", añade.