El diseñador de circuitos de Fórmula 1, Hermann Tilke, asegura que se le puso la 'piel de gallina' cuando presenció la pasión desatada el pasado fin de semana con el regreso de México al calendario. El alemán, cuya compañía es responsable de la reforma del Autódromo Hermanos Rodríguez, asegura para la publicación alemana Auto Motor und Sport, que se alegró de cómo las instalaciones recibieron a los equipos y a los pilotos.

"No esperaba eso a ese alcance, esperaba un poco más de críticas. Pero además del hecho de que el asfalto estaba un poco resbaladizo, no hubo nada realmente", explica Tilke, que comenta que la falta de agarre se debió a que pasó poco tiempo entre que se completó el circuito y el fin de semana de carreras.

"El tiempo escaseó aquí. El asfalto se puso sólo hace tres semanas y luego se tuvo que reparar en algunas áreas una semana después, ya que de otro modo, se habría roto", añade.

Quizás lo que más se recuerda en el regreso de México fue la ceremonia de podio, que tuvo lugar delante de las gradas en el sector del estadio. "Eso no estaba planeado desde el principio, en realidad. No fue nuestra idea, fue de la FOM", asegura Tilke, que admite que el mayor problema era el hecho de que la carrera no fue muy emocionante.

"Vimos que se podia adelantar, pero hay que admitir que no fue la carrera más interesante. Pirelli definitivamente optó por una elección de neumáticos muy conservadora, pero como vimos en Rusia, la primera vez no fue tan emocionante pero este año fue mucho mejor. Vamos a esperar un par de años y estoy seguro de que será lo mismo en México también", finaliza Tilke.