La FIA ha anunciado que fue Ferrari la escudería que bloqueó los planes de establecer un precio máximo para las unidades de potencia, lo que ha llevado al planteamiento de introducir a un fabricante independiente en 2017 que haga motores más baratos.

De acuerdo con la Federación, los de Maranello usaron su derecho a veto, en la última reunión del Grupo de Estrategia, en la que la FOM "sugirió establecer un precio máximo para el motor y la caja de cambios para los equipos cliente".

Ahora estos clientes pagan a sus fabricantes en torno a 20 millones de euros por temporada por el suministro de las unidades de potencia. Lo que se propone es que debería ser menos de la mitad de esa cantidad para reducir los costes y sólo Ferrari dijo que no.

COMUNICADO DE LA FIA

"Estas medidas se votaron y adoptaron con gran mayoría. De todos modos, Ferrari decidió ir en contra de esto y ejerció su derecho al veto, reconocido por acuerdo con la F1. Por el interés del campeonato, la FIA ha decidido no retar legalmente al uso de Ferrari de su derecho a veto. La FIA ha confirmado que iniciará una consulta con todos los accionistas sobre la posible introducción de un motor cliente, que estará disponible para 2017. Tras esta consulta, se podría llevar a cabo un proceso de licitación para este motor de clientes, cuyo coste sería mucho menor que la actual unidad de potencia. Apoyada por la FOM, la FIA continuará sus esfuerzos para asegurar el desarrollo prolongado y sostenible del campeonato y buscará soluciones para permitir que se logre esto. Pide a todos los equipos que hagan una contribución positiva para que esto tenga éxito a través de propuestas e iniciativas por el interés del Campeonato y su continuación a largo plazo", rezaba el escrito de la Federación.