La categoría reina del automovilismo reinicia la acción, tras el parón de más de un mes, en un trazado que agrada a prácticamente todos los que allí han corrido. Las novedades vendrán sobre todo en el apartado de las unidades de potencia, aunque la configuración aerodinámica para Spa también será distinta de la que utilizaron los equipos en Hungaroring. El Campeonato, con Mercedes al frente con una amplia ventaja sobre Ferrari a pesar de la victoria de Sebastian Vettel en Hungría, continúa encaminado, pero las 'Flechas Plateadas' ya han dado muestras de debilidad en anteriores ocasiones y Toto Wolff no parece dispuesto a mayores concesiones.

En Honda introducirán una unidad de potencia renovada con la que pretenden acercarse al resto de motoristas. No obstante, desde McLaren ya prevén un fin de semana complicado, con sanciones incluidas. Los favoritos siguen siendo los mismos que antes del parón estival, nada parece haber cambiado, aunque hasta que los monoplazas no salgan a la pista, todo puede ser posible.

Pero lo que va a acaparar todas las miradas, más allá de las mejoras que Renault, Ferrari y Honda han podido hacer para tratar de recortar una distancia insalvable con los de Brackley, es el nuevo procedimiento de arrancada. Los pilotos tendrán que arreglárselas por sí mismos para gestionar el sistema de salida y la configuración del embrague. Habrá que ver cómo responden ante la nueva normativa de la FIA.

Spa es uno de los circuitos que comenzó con el primer Mundial de 1950, pero su configuración ha cambiado notablemente. Ahora consta de 7.004 metros y se darán 44 vueltas el domingo para completar 308,052 kilómetros totales. Curvas como Eau Rouge o Pouhon están en la mente de todo aficionado al motor y dan a Spa-Francorchamps ese toque de misticismo que sigue sin perder con el paso de los años.

Más del 70% de la vuelta se hace con el acelerador pisado, lo que implica una alta exigencia de los motores y una baja carga aerodinámica. El circuito belga contará de nuevo con dos zonas de DRS, una en la recta de meta, y otra antes de llegar a la curva 5, después de subir Eau Rouge.

La estrategia

Pirelli ha elegido el neumático blando (amarillo) y el medio (blanco) para este fin de semana. La diferencia entre ambos, calculan los italianos, rondará los dos segundos. La gestión de los neumáticos será relevante en Spa debido a las altas fuerzas que deberán soportar a su paso por Eau Rouge y por las curvas de alta velocidad.

La estrategia ganadora de 2014 fue de dos relevos con el blando y un último con el medio, parando en las vueltas 11 y 26. Con velocidades máximas de 322km/h, el trazado belga ofrece una de las medias más elevadas de todo el calendario. En cuanto al Safety Car, existe un 80% de probabilidades de que salga en carrera, por lo que podría condicionar sobremanera el desenlace del Gran Premio. En Spa, la posibilidad de lluvia siempre está presente, aunque las previsiones la descartan para este fin de semana. Las temperaturas rondarán los 20ºC en las Ardenas.

Las estadísticas

Este fin de semana será el 60º Gran Premio de Bélgica, pero el 49 celebrado en Spa-Francorchamps. Zolder y Nivelles fueron los otros dos escenarios en el pasado. Michael Schumacher es el indiscutible dominador del trazado de las Ardenas, con seis victorias, por delante de Ayrton Senna (5) y Jim Clark y Kimi Räikkönen (4). Ferrari y los de Woking empatan con 12 triunfos en cuanto a constructores y los italianos dominan (12) por delante de Renault (8) y Mercedes (7) en el apartado de motoristas.

Salir desde la pole, a pesar de que es un trazado con varios puntos de adelantamientos, implica el mayor porcentaje de posibilidades de victoria (31,91%) frente a la segunda casilla de salida (27,66%). Y a una vuelta, Juan Manuel Fangio y Senna (4) siguen encabezando los registros. McLaren (11) aventaja en dos a Ferrari (9) y los italianos y Mercedes (9) lideran la tabla de motoristas. Solo Räikkönen y Vettel saben lo que es repetir victoria en Spa-Francorchamps, donde Fernando Alonso nunca ha ganado en F1.

En 2014…

Daniel Ricciardo ganaba por segundo Gran Premio consecutivo en un trazado, a priori, nada propicio para su Red Bull. El australiano sumaba su tercera victoria del año ante la desesperación de Mercedes, que veía cómo sus pilotos se tocaban en 'Kemmel' ante un movimiento atrevido por parte de un desatado Nico Rosberg. El alemán pinchaba la rueda trasera izquierda de su compañero y Lewis Hamilton se arrastraba durante 38 vueltas antes de poner fin a su agonía.

Ricciardo cabalgó en solitario hasta las últimas vueltas, cuando una estrategia alternativa puso a Rosberg con los blandos a falta de siete vueltas para la bandera a cuadros. El alemán pudo reducir la diferencia de 19 a tres segundos, pero Ricciardo ya era inalcanzable. El podio lo completó Valtteri Bottas, que dejó sin premio final a un Räikkönen que se aprovechó de un constante ritmo y de una acertada estrategia desde el muro de Ferrari. El Mundial continuaba con Rosberg a la cabeza y una tensión agria dentro de Mercedes.