Daniel Ricciardo, que el año pasado sumó tres victorias con Red Bull, no lo está pasando bien en la presente campaña. Sufre al igual que su escudería y si el año pasado saboreó el cahmpán en lo más alto del podio tres veces, en 2015 aún no ha subido al podio.

Sin embargo, su talento sigue patente en cada carrera y los rumores lo vinculan al equipo Ferrari como posible sustituto de Kimi Raikkonen de cara a 2016.

Ante este posible interés, el australiano ha dejado claro que el hecho de que exista interés por parte de otros equipos siempre es importante pero que es pronto para hablar del futuro y de qué color será para él.

"El hecho de que esta escudería me tenga en cuenta es un cumplido para mí, pero habrá que ver como se desarrollan las cosas, ver qué ocurre", ha dicho. "No voy a meterme demasiado en detalles. Lo primero y más importante, mi campo de experiencia es la conducción, no firmar contratos. Quiero ganar y la frustración de este año viene por eso", ha proseguido.

"No estamos en la posición ganadora y como piloto es lo único que me importa y en este punto de mi carrera, en el cual estoy muy hambriento de victorias, me siento muy fuerte y se que tengo potencial dentro de mí que sacar todavía", ha señalado. "Cada cosa tiene que estar en su lugar, en este momento y cuando sea, desde mi punto de vista de los contratos, no es algo de lo que me pueda salir cuando quiera, pero creo de todas formas que Red Bull puede salir de esta y hacer grandes cambios para el año que viene y volver a la parte de arriba".

Así, el australiano descibre su llegada a Ferrari como "improbable", aunque no imposible, sobre todo teniendo en cuenta la amenaza del propietario de la escudería para la que corre, Dietrich Matestchitz, de abandonar la competición.

"Nunca voy a dominar el campo de los contratos porque no tengo experiencia con ellos, no he estado tanto en F-1 como para estar en esta situación pero si de algo estoy seguro es de que las cosas pueden cambiar", ha comentado.

Admite que la temporada está siendo dura pero que eso sólo demuestra lo fuerte que es como piloto, ya que gesto en los medios cuenta: "Estoy poniendo a prueba mi personalidad este año, nunca me ha gustado perder, ni si quiera cuando de pequeño jugaba con mis amigos a los videojuegos. Soy un deportista y con la edad, vas manejando mejor los fracasos", ha dicho.

"Mi corazón es competitivo y quiere ganar y habiéndome probado el año pasado, sólo quiero ganar. Mi trayectoria estaba creciendo exponencialmente hasta que hemos llegado a este año, lo acepto", ha concluido.