La jefa de Sauber, Monisha Kaltenborn, ha roto su silencio sobre el caso de Giedo van der Garde y ha admitido que cometió algunos "errores". Esta situación entre tribunales provocó que algunos pusieran en duda sus capacidades para su actual trabajo. En su primera entrevista desde la resolución de todo este embrollo, la líder de los de Hinwil confesó que acabar envuelta en tantos juicios en Melbourne fue un "shock" para ella.

"Cuando te sientas ante un tribunal australiano y oyes la palabra 'cárcel', te escandalizas", ha asegurado Kaltenborn, que en 2012 se convirtió en la primera jefa en la historia de la F1, para el diario suizo Sonntagsblick.

Además, Monisha añadió que el caso podría haber llegado más lejos en Melbourne si Van der Garde hubiera obtenido su superlicencia. "Si hubiese recibido la licencia de la F1, habría intentado de todo para pilotar", ha agregado.

Eso hubiera dejado fuera, según Kaltenborn, tanto a Felipe Nasr, cuyos colores de su patrocinador visten el C34, o a Marcus Ericsson. Finalmente, Giedo y los suyos aceptaron una compensación para cerrar el caso. No obstante, no se sabe aún si esa cantidad la pagó el equipo o su fundador, Peter Sauber.

"No puedo y no haré comentarios sobre eso. Cometí errores. Me confié demasiado y fue castigada de manera implacable. Los tribunales no juzgan según principios morales. Para ellos, sólo valen acuerdos por escrito, sin tener en cuenta otras circunstancias", finalizó la de Sauber.