El destino de Manor hubiera sido de otro color, sin duda, de no ser por Jules Bianchi y aquella maravillosa carrera en el circuito de Montecarlo. De hecho, probablemente no hubiéramos visto al equipo esta temporada y hubiera desaparecido, como ha ocurrido con Caterham.

Así lo asegura el jefe del equipo Manor, John Booth, que está convencido que sin la ayuda del piloto galo no estarían en la parrilla actual. "Sin él (Bianchi), sin esos dos puntos que consiguió en Mónaco el año pasado, no estaríamos aquí. Al final, fue eso lo que convenció a los nuevos inversores del potencial del equipo", cuenta a la revista francesa Auto Hebdo.

Booth espera que la lucha que vive Bianchi en un hospital de Niza, después del terrible accidente que sufrió en el Gran Premio de Japón, se resuelva igual que la que han sufrido en el propio equipo, al borde de la desaparición. "Estar aquí es nuestra forma de decir a Jules que la carrera no se termina hasta que cae la bandera cuadriculada. No sé si nuestra presencia en las pistas sirve de ayuda para sus padres, espero que sí, por muy pequeña que sea", ha añadido el británico.

La vida de Bianchi cambió por completo el pasado 5 de octubre y en su ex equipo esperan su pronta recuperación. "Pienso en Jules prácticamente cada día y debería haber estado con nosotros en Melbourne para compartir nuestra alegría. No pudimos sacar los coches a la pista, pero ganamos nuestra lucha. Me gustaría que Jules también la ganara. Somos los primeros en salir del peor calvario que ha sufrido Manor y no tengo ninguna duda de que Jules también saldrá con éxito", ha opinado Booth.

La esperanza de la familia de Bianchi y de todo el paddock no se terminará nunca, ya que todos sueñan con el día en el que puedan volver a ver al piloto galo bien, aunque sea fuera de las pistas. "Lo que hemos podido reconstruir durante el invierno demuestra que la fe mueve montañas y que siempre hay esperanza mientras creas. Jules, tu equipo está contigo", ha finalizado recordándole.