El equipo Manor fue convocado por los comisarios en Albert Park tras no rodar en ninguno de los entrenamientos libres ni en la sesión de calificación del GP de Australia. Tras escuchar sus argumentos, los comisarios declararon que el equipo "utilizaba todos los esfuerzos razonables para asegurar que sus coches eran capaces de competir" en Melbourne y, por tanto, no se les sancionó.

Sin embargo, Bernie Ecclestone es consciente de que en el equipo su prioridad absoluta era acudir a Australia para no perder los 47 millones de euros correspondientes a su noveno puesto en 2014 y que serían "historia" si se perdían una carrera más de acuerdo con su contrato comercial existente.

Es por eso que critica la actuación del equipo, pues cree que realmente no tenían intención de correr la prueba inaugural.

"No deberíamos haber permitido jamás a Manor o que hizo", dijo a Reuters. "No tenían intención de correr en Australia. Cero. No podrían haber competido ni si quiera si alguien iba allí con una pistola y se la ponía en la cabeza".

Así, el británico tiene claro que Manor no saldrá indemne tras lo ocurrido este fin de semana y afirma que las consecuencias para el equipo serán las de pagar el coste correspondiente al transporte de las 30 toneladas de material desde Reino Unido a Australia.

"Tendrán que pagar el transporte de ida y vuelta", declaró. "Ellos no han competido, por lo que tienen que pagar por eso"