Cuando un piloto no oculta sus alegrías, suele ser un síntoma de confianza y seguridad en sí mismo. Y es justo lo que hemos visto en la cara de Carlos Sainz al finiquitar su pretemporada hoy en el Circuit de Barcelona-Catalunya. El madrileño ha completado nada menos que 132 giros a los mandos de la última evolución del Toro Rosso STR10, y ha dejado visto para sentencia su primer invierno en la Fórmula 1, en el que no le ha faltado rodaje, experiencias –entre ellas, dos salidas de pista, y una con golpe contra las barreras–, dificultades con el viento, con neumáticos fríos… pero también vueltas con tiempos destacables y una constancia de primera.

Su mayor enemigo será su compañero de equipo, Max Verstappen, avalado por una tendencia proclive al talento del jovencísimo holandés, y también el motor Renault, el menos prestacional y utilizable de la parrilla ahora mismo. Pero también tiene aliados, y entre ellos destaca el chasis del STR10.

El único pero es que Carlos se ha perdido hoy su última tanda con neumáticos superblandos, esa que siempre da un pequeño plus de confianza, porque es la que el piloto usa para exprimir al máximo a la mecánica y a sí mismo. Un inoportuno problema eléctrico le ha quitado la oportunidad. De todas maneras, el balance que él mismo hace es positivo. Aquí la transcripción íntegra de sus palabras para la prensa española.

Palizón hoy, pero fallo eléctrico al final…

"Bueno, cuando das 130 vueltas es normal que al final haya algún fallito eléctrico. Una pena, porque todavía nos quedaba otra superblanda ahí para usar e ir un pelín más rápido. Pero bueno, el día ha ido sobre ruedas; la mañana ha sido un poco más complicada, hemos tenido unos problemillas que nos han ralentizado un poco, pero por la tarde hemos tenido un tiempo perfecto, creo que la mejor tarde de los 12 días de test. Hemos conseguido completar una simulación de carrera, una simulación de calificación… vamos, que hemos hecho los 12 días en una tarde y la verdad es que me voy a Melbourne con mucha confianza".

Ahora viene la prueba de fuego, el gran día.

"Sí, por fin. Tenía un poco de ganas de que terminasen estos test e ir a Melbourne. Yo creo que esta tarde ha sido clave para ir a Melbourne con confianza y con ganas, estoy contentísimo por eso y quiero dar gracias al equipo por esta pretemporada. Cada vez que me he subido al coche era un piloto más completo, un piloto mejor, y ellos me han ayudado a conseguir eso".

¿Ha cumplido sus expectativas para este test?

"Sí, sin ninguna duda".

¿Qué tal la simulación de carrera?

"Tiene buena pinta. La simulación de carrera que hemos hecho pinta bien, estoy contento con ella, he sido consistente, no he tenido ningún problema físico. Incluso ahora, hacer simulación de quali, que es lo que más cansa, con 120 vueltas en el cuerpo, tampoco he tenido problemas… por eso tengo una sonrisa en la cara y estoy contento".

¿Y la simulación de quali? La parte que ha hecho, claro.

"Tú lo has dicho, me he quedado con ganas de hacer un último intento, que seguro que me hubiese ayudado a bajar otro poquito, pero ha ido muy bien. No he cometido errores en las vueltas, he ido bajando poco a poco, he crecido en confianza… estoy contento".

¿Expectativas, objetivos? ¿Puede ya definir alguno?

"No lo sé… Creo que el paquete aerodinámico que hemos traído aquí nos va a ayudar a dar un paso adelante, nos va a colocar en una buena posición en Melbourne. Luego tendremos que ver el paquete entero que traemos, no sólo el aerodinámico, cómo funciona en Melbourne. Pero vamos tranquilos, porque los deberes están hechos. Es complicado hacer vaticinios, porque en F1 no sabes las cargas de gasolina, no sabes cómo van los otros. Sabemos que no estamos en una mala posición, pero no cuánto de bien estamos. Así que después de la calificación de Melbourne te podré decir algo".

Del 1 al 10, ¿cuáles son sus sensaciones en el coche?

"Del 1 al 10, creo que estamos en torno a un 8 en comodidad, por eso hay margen de mejora. Pero estar en un 8 es un buen paso".

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