El adiós de Gerhard Berger en su cargo de la FIA supuso una avalancha de rumores sobre la posibilidad de que volviera a la Fórmula 1 como jefe del equipo Ferrari, en sustitución de Marco Mattiacci, o tomando posesión de un cargo importante en la escudería McLaren, aprovechando el nuevo proyecto con Honda.

Sin embargo, el austríaco desmintió todos estos rumores definiendo como “tontería absoluta” su negociación con los de Woking o los de Maranello. Berger aseguró que su marcha de la FIA está completamente justificada y no tiene nada que ver con supuestas negociaciones con otros equipos.

"Quería hacerle un favor a Jean Todt, pero sólo por un año y al final se ha convertido en tres. Ahora me he dado el tiempo suficiente y quiero expandir mi propio negocio. Además, he vuelto a ser padre. Por supuesto que sé que mi nombre ha estado relacionado con diferentes equipos una y otra vez, pero realmente ya tengo bastante por hacer", explicó.

La última experiencia que tuvo dentro de la Fórmula 1 fue como director del equipo Toro Rosso, del 2006 al 2008, por lo que conoce perfectamente la vida dentro del Gran Circo y no querría vivirla de nuevo. "No hay nada. No he hablado ni con Ferrari ni con McLaren sobre esto. La F1 significa tener una vida como un gitano todo el año y perder tus fines de semana y vacaciones en la oficina. Así que solo puedes hacerlo si quieres perder el 120% de tu tiempo. Sería una decisión difícil para mí, pero nunca puedes decir nunca", añadió.

La crisis que golpea a la Fórmula 1 también fue un tema del que quiso hablar Berger y opinó que esta competición no se puede convertir en un campeonato en el que sólo estén los más potentes, ya que la emoción depende de todos los equipos. "CVC no está en crisis, porque todavía están hacienda dinero. Creo que si al final sólo Mercedes, Ferrari y Red Bull se mantienen, no será un campeonato interesante. Desde mi punto de vista, el espectáculo depende de todos los equipos", opinó.