No han sido doce meses fáciles para un Bernie Ecclestone que cumple hoy martes 84 años. El empresario británico ha tenido que lidiar con un año complicado tanto en el plano personal, como en el deportivo.

El proceso judicial en Múnich en el que se acusaba a Ecclestone de intento de soborno al banquero Gerhard Gribkowsky y en el cual, la Fiscalía Alemana llegó a pedir inicialmente hasta diez años de cárcel para Ecclestone en caso de salir culpable, sólo pudo ser paralizado por Bernie a última hora llegando a un acuerdo con la fiscalía y depositando la friolera de 75 millones de euros en el Tribunal Regional de Múnich.

"Temí quedarme en la quiebra y sin un reloj de muñeca…", dijo Ecclestone poco después de reconocer en el tribunal que las acciones con Gribkowsky probablemente le llevarían a ser investigado. Tampoco en el plano deportivo las cosas han ido mucho mejor este año.

Los nuevos motores híbridos V6 no parecen gustar al espectador, y el sonido que producen le ha costado al propio Ecclestone algún rapapolvo de los organizadores de las carreras que le acusaban de estar pagando una ingente cantidad de dinero por un producto que no era el acordado.

En su búsqueda incansable por intentar mejorar el espectáculo, Ecclestone propuso la doble puntuación en la última carrera de Abu Dhabi, algo que fue un foco de desavenencias entre los equipos y los propios aficionados, que calificaron esta medida como una forma de alterar artificialmente la competición.

Tampoco Ecclestone dudó en mostrarse a favor de prohibir los mensajes de radio a los pilotos, una propuesta que está generando un intenso debate y que tampoco ha acabado de gustar a todos.

"Los pilotos no necesitan a nadie que les diga lo que tienen que hacer", opinó Ecclestone pocos días después de que se propusiese esta medida.

El grave accidente de Bianchi en el pasado Gran Premio de Japón y la polémica suscitada con la seguridad en la Fórmula 1 y las decisiones que se tomaron en ese Gran Premio en concreto y los problemas financieros que atenazan a equipos como Marussia o Caterham son ahora la preocupación de un Ecclestone que con 84 años sigue haciendo y deshaciendo a su antojo en este Gran Circo que es la Fórmula 1.