El mandamás comercial de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, está intentando resolver la disputa que amenaza el futuro de Caterham. La participación dell equipo británico en el próximo Gran Premio de Estados Unidos está en duda después de que los administradores provisionales de Caterham Sports Limited hayan cerrado la fábrica de facto.

"Estamos intentando ayudar como podemos, que es lo que hacemos con cualquiera que atraviesa pequeñas dificultades. Todo lo que sé es lo que se me ha dicho. No estoy muy seguro de que todo sea verdad tampoco”, explicó Ecclestone para BBC Sport.

Por su parte, Ecclestone también añadió que no podía decir si el equipo tenía futuro ya que se trataba de una situación “demasiado complicada para decir cualquier cosa con conocimiento”.

Creería que, conociendo a Colin Kolles, es competente. Ha conseguido llegar hasta ahí y asentar las cosas bastante, evitar que siguieran malgastando el dinero y poner al equipo otra vez en curso”.

Curiosamente, Ecclestone dijo a The Sun que preferiría que Caterham se fuera de la F1: "Es mejor si se marchan", de forma algo contradictoria, pero ante los micrófonos de la BBC ha asumido que no le gustaría perder los equipos actuales de la parrilla.

Bernie aseguró que no quiere equipos "que vayan por ahí pidiendo limosnas", afirmaba el magnate en una entrevista con la periodista Caroline Reid de The Sun. "No sé quién es el propietario (de Caterham). No lo sé ni me importa. Y déjenme decir una cosa: ellos te dirán lo que les venga mejor decir depende de la situación", se manifestó enfadado Ecclestone.

Quizá sabedor de esto último, se ha puesto manos a la obra para conocer la verdadera situación del equipo y de las partes litigantes, para intentar resolver la situación antes de que sea tarde para que participen en el GP de Estados Unidos. Su actuación y probablemente también su dinero serán claves para desbloquear el entuerto.