Daniel Juncadella volvió a participar en una sesión de entrenamientos libres con Force India, aunque ayer en Monza sólo pilotó el VJM07 durante media hora, antes de cederle el volante a Sergio Pérez. En las diez vueltas que pudo completar al Templo de la Velocidad, Daniel mostró un ritmo similar al de Nico Hülkenberg, aunque la falta de rodaje y la suciedad de la pista en los primeros minutos de sesión impidieron que los tiempos del español se mantuvieran como referencia hasta el final de la tanda, que culminó en una poco representativa decimoséptima plaza.
Ahora, Juncadella se centrará en el campeonato alemán de turismos, que disputa como piloto de Mercedes, y donde empieza a lograr buenos resultados después de un inicio de temporada muy discreto debido a las galopantes deficiencias de su montura. Pero también guarda esfuerzos para conseguir un puesto como piloto oficial en la Fórmula 1 de 2015, donde no aceptará un rol de tercer piloto.
Actualmente mantiene conversaciones con una amplia panoplia de equipos y pelea por conseguir su sueño, pero a priori le dará sólo una oportunidad al Gran Circo: si no valoran su trayectoria y su talento, podría incluso abandonar el camino hacia la categoría. Así lo reveló Daniel en una entrevista que tuvo lugar tan sólo unos minutos después de bajarse del coche y poco antes de que abandonase el circuito de Monza, ya que hoy dedicará la jornada a contrastar los datos de la telemetría de los pilotos oficiales y coordinarla con el simulador de Force India en Silverstone.
Pregunta: ¿Cómo ha ido esta media hora de Libres?
D.J.: Se ha hecho corta, pero siempre es bonito rodar en un circuito como Monza, y cualquier oportunidad de correr con un Fórmula 1 hay que tomarla. Como decía, la he disfrutado sobre todo por lo que es el circuito en sí. Es una pasada ir a estas velocidades.
P: Ha utilizado una configuración de baja carga aerodinámica por primera vez, ¿cómo ha sido?
D.J.: La verdad es que no había utilizado esta configuración antes, sobre todo porque para Monza llevamos unos alerones diferentes, especiales, de muy baja carga, y no había rodado aún con tan poca carga, pero diría que me ha sorprendido positivamente. Esperaba que fuera aún más difícil con el neumático duro, pero la verdad es que ha ido bastante bien.
P: ¿Cuándo empiezan a funcionar bien estas ruedas duras?
D.J.: A partir de la cuarta vuelta, más o menos. Las primeras dos cuesta mucho poner temperatura, les cuesta. Sobre todo tienes que ir con cuidado de no patinar demasiado, para no sobrecalentar la superficie del neumático, porque al final lo que haces es destrozar el neumático y no estás dando temperatura al interior, lo que realmente hace trabajar bien al neumático.
P: ¿Cada vez le cuesta menos sacar el 100% al coche?
D.J.: Sí, pero hoy ha sido una sesión un poco diferente, y no he podido sacar el 100% en ningún momento, porque tampoco te la vas a estar jugando en siete vueltas que tienes para arriesgar. Por tanto, sí que me noto bien, cada vez que me subo, y sobre todo en circuitos como éste, que conozco bien. Es más sencillo.
P: ¿Cómo juzga su propio tiempo de hoy?
D.J.: Bien, tampoco he visto mucho. Pero en comparación con Nico he visto que estaba por ahí, más o menos igual, y las últimas dos vueltas que en teoría es cuando más rápido vas con este neumático, me he encontrado tráfico con Ricciardo, que no sé qué estaban probando, pero parecía que algo no iba muy bien, porque he pensado 'si estoy pillando al ganador de la última carrera, o yo voy muy muy bien o algo pasa ahí'. Quizá un poco de las dos cosas, porque la sesión, para las pocas vueltas que he dado, ya que aún me faltaban referencias de todo, he ido bastante rápido. Sí que se me ha quedado corto para exprimir el coche, porque en Silverstone recuerdo que de un set de neumáticos a otro baje casi dos segundos, porque al final coges sensaciones, tú vas mejorando, ves la telemetría, observas dónde te queda algo… Hoy ha sido una oportunidad única, así que no era fácil.
P: ¿Ha coincidido en pista con Roberto Merhi en algún momento?
D.J.: No, ayer hablé con él antes de ir a dormir.
P: Usted duerme bien antes de correr, ¿y él?
D.J.: Sí, aunque no sé si estaba más nervioso, pero no me dejaba irme a dormir. Estábamos ahí al teléfono, y le avisé: 'si me ves, déjame pasar, ¿eh?' Le hice la broma de que se pasaría toda la sesión mirando por el retrovisor, y la verdad es que el coche con el que va tiene sus limitaciones. No le he podido ver en pista pero he visto que ha ido más rápido que su compañero y eso me alegra, que le vaya tan bien.
P: ¿Cuál es el próximo objetivo? Porque le hemos visto en test, en libres, en el DTM –y cada vez mejor–. Está en lo más alto de su trayectoria.
D.J.: Mi objetivo inmediato es hacer un podio en las carreras que me quedan del DTM. Fui quinto en la última, y lo siguiente para mí no es un cuarto sino un podio. Y de cara a la Fórmula 1, veremos qué pasa el año que viene. Es difícil valorarlo, pero yo lo que siento es que estoy preparado, y la oportunidad tiene que llegar para el año que viene. Y si no, pues no podrá ser. Pero no me veréis otro año de piloto de pruebas. Al final, este año es positivo y todo lo que saco de la experiencia es bueno, pero ahora mismo estoy preparado para lo siguiente.
P: ¿Es un 'ahora nunca' para usted?
D.J.: Realmente no, pero la filosofía con la que me lo tomo es que sí. Me lo tomo como un 'ahora o nunca' y ésa es la postura que voy a adoptar, también de cara a los medios, a los equipos. Que sepan que me siento preparado y que mentalmente estoy preparado.
P: Ha dicho que disputará un par de entrenamientos libres más, ¿cómo planea esto?
D.J.: Sí. Primero me centraré en acabar la temporada de DTM, ya que en las siguientes carreras, Singapur y Japón, no tendría la posibilidad de subirme, y a Japón tampoco creo que vaya porque coincide con algo del DTM. Entonces, a partir de las últimas, veremos cuáles, pero sí está previsto subir, y con la sesión entera.
¿Qué le parece el caso de Verstappen a alguien que lleva muchos años dando pasitos?
D.J.: Me sorprende, sí, pero creo que el primer sorprendido será Carlos Sainz. Al final, a mí no me afecta en nada. En el Red Bull Junior Team está todo muy estipulado, y al final es otro camino. Lo único es que yo he visto al chaval y tengo que decir que me ha sorprendido. Le he visto alguna carrera suya y pienso que a su edad yo corría en karts, y el tipo está haciendo cosas que yo he hecho en mi tercer año de Fórmula 3. Chapeau. Es cierto que hay pilotos que se adaptan muy bien al principio y luego no mejoran o ya llegan a su límite, pero para mí es una apuesta dura de Red Bull, una estrategia de marketing muy buena… pero aun así es toda una sorpresa, porque de cara a Carlos no me parece justo. Sí me lo parece para Verstappen, porque le das una oportunidad y él coge un tren que podría pasar una sola vez. Y así es como ha salido el tema, sorprendente.
P: ¿Qué se ha encontrado en la F1 que no esperaba?
D.J.: No sé qué decir, en realidad ha ido todo un poco como me esperaba. Cuando la ves desde fuera, en la F1 todos los pilotos están un poco endiosados, y tú llegas y ves que son gente de otro planeta. Pero luego, en pista estás ahí, y tienes la preparación que han tenido ellos, o mejor, porque cada vez la preparación de los pilotos es mejor. Así que, al final, cuando llegas a la Fórmula 1 no hay nada que temer o nada de lo que asombrarse. Al final, tu preparación si eres campeón de la F3 Euroseries como en mi caso, es la mejor posible, y estás tan preparado como el mejor que estás ahí, sólo te falta la experiencia.
P: De hecho, se dice que los coches son más sencillos de conducir. Usted ha llevado los coches de antes y después de la era turbo, ¿tiene esa sensación?
D.J.: No. A mí, de hecho, me da la contraria. Físicamente, el coche es ahora muy fácil, y el anterior, con tanta carga aerodinámica, era más duro. Pero yo soy un loco de la preparación y el entrenamiento, siempre he estado en forma para subirme a un F1. Pero para mí, el coche del año pasado era más fácil de llevar, porque al final llevas más carga aerodinámica. Quizá cuesta menos llegar al límite, precisamente porque llevas menos carga, mientras que en el otro tenías la sensación de que casi siempre podías ir un poco más, pero es una cuestión de matiz.
