Lewis Hamilton lideró el GP de España desde la primera hasta la última vuelta, pero en su última parada en boxes el británico perdió un tiempo que por poco le cuesta la primera posición. Su compañero de equipo, Nico Rosberg, se llegó a colocar a menos de un segundo en las útimas vueltas y recortando décimas en cada pasada por la recta principal, donde el DRS hizo una gran labor para asegurar adelantamientos a lo largo del día. Hamilton veía a Rosberg por los retrovisores cada vez más cerca, y en sus conversaciones por radio con el equipo se mascaba la tensión del británico. Toto Wolff, director ejecutivo de Mercedes, no ha querido dar importancia a la intensidad de los mensajes de Lewis y asegura que servirán de lección para el equipo:

"Tienes que entender que la intensidad de Lewis es enorme", indicó Toto Wolff. "Si estás solo en tu coche y tienes que confiar en la información de tus ingenieros quieres saber dónde se encuentra tu compañero. Hay una estrategia de neumáticos diferente, por lo que necesitas ver cómo va tu compañero”, continuó. “Él [Hamilton] tiene una personalidad muy fuerte y es ultra competitivo, y a veces las palabras pueden parecer más duras de lo que son. Por otro lado tiene una personalidad muy encantadora y sensible, no tenemos problemas en absoluto".

El austriaco ha querido así cortar de raíz cualquier tipo de especulación sobre un mal ambiente entre Hamilton y el equipo este fin de semana después de que los cambios en el monoplaza del británico desde el viernes empeorasen su rendimiento.

"No quiero olvidar que hay millones de personas que escuchan las conversaciones y no quiero que los medios de comunicación remuevan algún tipo de controversia dentro del equipo. Sus ingenieros de carrera han trabajado muy bien con él y durante bastante tiempo”, comentó Wolff, quien afirma que estos mensajes les servirán para aprender sobre sus propios errores tras realizar esos cambios de reglajes en el W05 de Hamilton que dificultaron algo más su carrera.

"Nos lo tomamos muy enserio porque no conseguimos el comportamiento que queríamos en el coche para el sábado. El viernes Hamilton estuvo muy contento, y desde la FP3 en adelante aseguró que no estaba haciendo lo que quería. Se podía ver que en Q1 y Q2 no estaba actuando como él esperaba", concluyó Toto Wolff.