Marcus Ericsson, piloto de Caterham en su primer año en la Fórmula 1, tiene la esperanza de que obtendrá suficiente bagaje en los próximos días de test en Bahréin para poder afrontar con garantías su año de novato.

"Esperemos que cuando lleguemos a Bahréin podamos hacer muchas más vueltas y yo tengo una idea adecuada del coche y de mi forma de conducir. Realmente espero que podamos estar en la pista todo el día sin problemas y conseguir el kilometraje y la experiencia que necesito para estar listo para la primera carrera en Australia".

Sin embargo, el sueco sólo tendrá la oportunidad de rodar un día (el viernes) en la primera de las dos tandas de cuatro días de pruebas que se realizarán en Bahréin y, además, los problemas que tuvo el equipo en Jerez aumentan la dificultad del aprendizaje.

"Sabíamos que ir a Jerez iba a ser una prueba difícil, quizá no tan difícil, pero obviamente hay un montón de cosas nuevas. A pesar de que no hicimos muchas vueltas, me estaba acostumbrando a todos los sistemas del volante. Es útil, pero nos hubiera gustado hacer muchas más vueltas".

Por otro lado, Ericsson cree que el equipo Caterham tendrá una cierta comprensión de donde se encuentra en comparación con el resto precisamente en Bahréin.

"En realidad, nadie sabe donde están comparados con todo el mundo, así que tenemos que esperar probablemente a la prueba de Bahréin, donde podremos tener una idea adecuada de cómo el coche se compara con el resto", concluyó.