Pirelli nunca ha querido carreras con estrategias de cuatro paradas en boxes. Sucedió en Turquía 2011 y la historia volvió a repetirse hace una semana en el Circuit de Catalunya, momento que la marca milanesa aprovechó para anunciar cambios significativos en sus neumáticos de cara a Silverstone con tal de aumentar el rendimiento y la durabilidad de estos.

Una alteración a media temporada de la naturaleza de las gomas requeriría del pleno consenso de una parrilla del todo heterogénea en este aspecto, puesto que escuderías como Lotus y Ferrari no tardaron en expresar su disconformidad ante una decisión que, a su entender, cambiaba las reglas del juego cuando la partida ya había empezado.

Pirelli ha adaptado su discurso a la circunstancia reglamentaria –el artículo 12.6.3 del Reglamento Técnico– que les recordó la FIA. La institución presidida Jean Todt no vio con buenos ojos la voluntad de los italianos de cambiar sus neumáticos para volver a las especificaciones de 2012, si bien sí les exigió que trabajaran en su producto con tal de erradicar la repentina laminación que ha sido protagonista en los últimos Grandes Premios.

"Lo que intentamos es encontrar un punto medio. Los cambios necesarios serán menos de los previstos en un primer momento", ha reconocido Paul Hembery en declaraciones a la agencia Reuters.

Pese a sugerir hace unos días que contemplaban la posibilidad de rescatar algunas características de los P-Zero del año pasado para reducir el número de paradas en boxes, Hembery ha matizado ahora sus palabras.

"Algunos equipos han trabajado de una forma determinada para optimizar los neumáticos y el chasis, y no quieren perderlo todo por un cambio radical. Estamos intentando encontrar algo que sea deportivamente equitativo para la mayoría, y que nos permita librarnos de esa amenaza –la delaminación, n.d.r.–. Creemos que podemos conseguirlo sin hacer un cambio que alterara radicalmente el trabajo de los equipos hasta el momento", ha dicho el británico.