Fernando Alonso ha resumido en sus declaraciones a la prensa una realidad palpable –y que nosotros ya expusimos en nuestro análisis técnico del F138– desde la presentación de los coches para la temporada 2013: sus líneas maestras son una perfecta continuación de las que vimos a finales del año pasado. Así, es fácil pensar que la estrella de Red Bull brilla todavía un poquito más alto que la de sus principales competidores, secundada por la de McLaren y, un poco más allá, por el astro rojo de Maranello.

Alonso lo ha expresado así: "Es una continuación de lo que teníamos. Y, prácticamente, los coches que tenemos aquí en estas primeras pruebas son casi idénticos a los que acabaron el año pasado hasta que no pongamos las evoluciones para Australia, así que tenemos unas sensaciones muy parecidas a las que tuvimos en Brasil o en Estados Unidos antes de que acabar el año", ha dicho sin titubear. "El coche es igual, el habitáculo es idéntico, el asiento es el del año pasado, los pedales son los del año pasado, por tanto no notas gran diferencia", ha añadido.

"En un día como hoy no hay ninguna sorpresa, ni algo que te deje un poco tocado", ha asegurado para mayor claridad. "Seguramente cuando hay un cambio grande de reglas, como del motor V10 al V8, de Bridgestone a Pirelli, o quizás el año que viene con el turbo, el primer día es un poco más especial, porque son sensaciones nuevas y tienes que adaptarte mucho más al nuevo coche", ha matizado el bicampeón asturiano.

En su particular 'tour de force' de 110 vueltas, Alonso se ha centrado hoy en la evaluación de los nuevos compuestos de Pirelli, y continuará este trabajo en las próximas jornadas: "El neumático da un poco más de agarre y prestaciones en la primera vuelta y mucho más desgaste en el resto", ha explicado Alonso. "Son parecidos al año pasado, pero quizá algunos de los tiempos del año pasado se pueden mejorar gracias a los neumáticos. Luego tienen un poco más de degradación, después de lo visto en Jerez y aquí el primer día, y eso puede hacer las carreras con más pitstops o seguramente más divertidas para el público y más difíciles para los equipos y para nosotros", ha advertido Fernando.

En cualquier caso, el objetivo de Ferrari pasa por mejorar: "Supongo que si corriésemos con los coches que tenemos aquí, estaríamos más o menos como acabamos el año pasado. Pero el objetivo es llegar a Australia con unas buenas mejoras, nuevas piezas que introduciremos en el último test y sobre todo en Australia, el viernes, cuando lleguemos allí a probar y esperamos que nos acerquen un poco más", ha apuntado.

Uno de los enemigos contra los que Ferrari tendrá que luchar es precisamente esa estabilidad reglamentaria que puede ralentizar una evolución que con seguridad es más rápida en tiempos 'revolucionarios': "Nosotros estamos trabajando muy fuerte, empezamos con este coche en agosto del año pasado, y se han tomado algunas soluciones que ya habíamos introducido en 2012 como la suspensión delantera y algunas cosas que también llevamos, quizá más secretas, dentro de la carrocería. Luego hemos adaptado alguna copia de lo que parecía que funcionaba en los otros equipos", ha dicho sin dejar de reconocer la similitud de todos los proyectos de 2013 con sus antecesores.

"Es muy difícil llegar a Australia y hacer primero y segundo y sacar medio segundo al resto de la parrilla. Eso lo descarta más o menos cualquier equipo que esté aquí porque la Fórmula 1 está tremendamente apretada a día de hoy. Pero lo que no queremos es estar fuera de la Q3 con los dos coches las cuatro primeras carreras. Eso es lo que seguramente está al alcance de nuestra mano", ha dicho Alonso, sin vaticinios sorprendentes.

El realismo de Alonso puede resultar descorazonador, pero ha recordado que con el F2012 terminó a un paso del tricampeonato mundial: "Bueno, el coche va igual que el año pasado, como dije antes. Por tanto, el coche va bien, con él hemos luchado por el campeonato del mundo hasta la carrera de Brasil y que hicimos 13 podios el año pasado, así que es un coche que parte de esa base", ha sentenciado el español de Ferrari.

Una base aceptable, unas buenas sensaciones
Alonso reconoce que el punto de partida del nuevo monoplaza está muy por encima de lo que ocurrió el año pasado: "Este año partimos de una base medianamente buena, aunque no la mejor, lo sabemos. Cuando pusimos el coche en pista en Jerez, lo que esperábamos ver se cumplía al 99%, pero sabíamos que lo esperado era muy parecido de lo que teníamos en Brasil porque el coche era muy parecido al de allí", ha insistido Alonso.

Aunque las victorias todavía se intuyen lejanas, el ambiente en el box de Ferrari era muy distinto el año pasado por estas fechas: "La pretemporada de 2012 fue una cosa tremendamente extraña, pusimos el coche en la pista e iba más o menos dos segundos más lento de lo que pensábamos que iba a ir, así que estábamos un poco perdidos. Empezamos dos carreras con los escapes que miraban hacia arriba, luego los pusimos laterales, y no sabíamos muy bien lo que hacer", ha dicho.

Sin embargo, y por encima de cualquier preocupación, las sensaciones de Alonso al volver a pilotar han sido dulces como sólo pueden serlo para los enfermos de velocidad: "Muy buenas, después de dos meses sin subirte a un F1, luego siempre es una buena sensación. Ha sido divertido poder volver y disfrutar de un F1, y luego el día ha acompañado también porque la previsión climatológica era un poco variable y al final hemos disfrutado todas las horas disponibles de la pista seca y hemos podido completar el programa que teníamos previsto, con más de 100 vueltas", ha asegurado Alonso.

Vettel domina en la mañana del debut Alonso - Día 1 en Barcelona 2013