El italiano fundó la escuadra Forti Corse junto a Paolo Guerci a finales de 1970 para dar sus primeros pasos en la Fórmula Ford y Fórmula 3, tanto italiana como europea, y fue allí donde se fueron haciendo un hueco en el automovilismo con sus cuatro pilotos: Franco Forini, Enrico Bertaggia, Emanuele Naspetti y Gianni Morbidelli.

Todos ellos llegaron en algún momento de su carrera a la Fórmula 1 y ganaron un título de la F3 italiana: Forini 1985, Bertaggia 1987, Naspetti 1988 y Morbidelli 1989, a lo que hay que sumar el triunfo de Bertaggia en el prestigioso GP Macau de 1988 y la victoria de Morbidelli en la Copa FIA de Fórmula 3 en 1989.

En 1987 el equipo dirigido por Forti dio el salto a la Fórmula 3000 sin dejar de lado las Fórmulas 3 europea e italiana donde siguió cosechando los éxitos ya señalados. Su primer año no tuvo nada que ver con los resultados que venía teniendo en el pasado. La razón principal: el chasis elegido.

Mientras que todos los demás equipos en la F3000 montaban chasis Lola, March o Ralt, Forti quiso continuar con su suministrador habitual, Gian Paolo Dallara, que creó por entonces su primer monoplaza de F3000. Esta combinación de equipo inexperto y un bólido que no se había probado hizo que no puntuasen en ninguna carrera de aquél año. Las siguientes temporadas les sirvieron para adquirir experiencia y también para probar otros chasis más evolucionados como los que suministraban Lola y Reynard.

Sus primeros puntos llegaron en 1989 y desde ahí todo fue a mejor para terminar su andadura en esta competición en 1994 con nueve victorias, un subcampeonato a sus espaldas y la Fórmula 1 en el horizonte.

Al año siguiente y gracias a la ayuda económica de uno de sus pilotos, el brasileño Pedro Diniz, Guido Forti alcanzó su sueño de llevar a su equipo a la Fórmula 1. El segundo asiento del FG01 –así se llamó su primer monoplaza- lo ocuparía otro brasileño, Roberto Moreno.

La temporada de inicio no fue nada fácil para el equipo, ya que su monoplaza fue catalogado como un F3000 adaptado, por lo que su competitividad era escasa ante equipos de la talla de Benetton, Williams, Ferrari, McLaren o Ligier en un año donde Michael Schumacher se hacía con su segundo Campeonato del Mundo consecutivo a los mandos del Benetton B195.

Viendo el panorama, Diniz emigró al equipo Ligier en 1996, dejando a Forti Corse sin gran parte del apoyo económico que les había hecho llegar a la Fórmula 1. Sin embargo, Guido encontró el apoyo necesario para continuar, creando el FG03 que fue pilotado por Luca Badoer y Andrea Montermini. Los resultados fueron similares ya que, mientras este equipo trataba de sobrevivir en la parrilla, sus competidores iban evolucionando.

Tales fueron las necesidades económicas del equipo en esta temporada que tuvieron que llegar a un acuerdo con la compañía Shannon Racing, aunque esto no pudo salvar a la escudería, que finalmente se retiró a mitad de temporada.

Tras el intento fallido de equipo de Fórmula 1, Forti volvió a la competición durante los años 2002 y 2003 como jefe de equipo en la F3000 europea.

Así, Forti será siempre recordado como el último hombre que llevase un equipo verdaderamente privado a la Fórmula 1 antes de que llegase la era en la que los equipos tuviesen que requerir el apoyo de un fabricante. Descanse en paz.