El artículo 5.19 del Reglamento Técnico para 2014 de Fórmula 1 indica que "el coche debe tener un modo eléctrico siempre que se conduzca en el pitlane". Eso obligaba a la introducción de un sistema inédito en este deporte, cuyos costes asustan a algunos fabricantes tradicionales, como Ferrari, Mercedes y Renault, que han pedido su retraso.

Las preocupaciones de los tres fabricantes se centran en los costes de fabricación de estas nuevas unidades y en la seguridad en boxes, ya que la ausencia del ruido de los motores cuando un coche recorra el pitlane, aseguran, podría causar atropellos.

Jean Todt, presidente de la FIA, ha escuchado sus quejas y las ha aceptado parcialmente, según Autosport, que publica sus palabras: "He aceptado retrasarlo (el motor eléctrico). Tiene que pasar por el Consejo Mundial, pero se retrasará unos tres años".