El periódico británico Bild asegura que Brawn, de 57 años, sufrió un mareo en su casa a principios de esta semana que le ha obligado a permanecer en Inglaterra. La información oficial escasea, y se teme no sólo por la disputa con Ecclestone sobre el Pacto de la Concordia, sino más seriamente por su propia salud.

"Es algo más que una gripe", asegura Nick Fry, jefe ejecutivo. "Pero puedo asegurar que su vida no corre peligro".

Aunque Ross Brawn verá el Gran Premio de España por la televisión desde su casa, se prevé que volverá al trabajo en Mónaco dentro de 15 días, según ha informado un portavoz del equipo. Este fin de semana, sin duda, le echarán de menos: "Se mantendrá en contacto", asegura Michael Schumacher. "Ross no puede ser reemplazado. Es simplemente imposible".