Rosberg y Liuzzi fueron la cruz de la Q1. Pese a que era previsible que el piloto de HRT no superara la criba, lo cierto es que ni él ni el alemán de Mercedes pudieron salir a rodar por Suzuka debido a problemas de fiabilidad en sus respectivos coches.

Nico Rosberg se quedó encerrado en su box tras comprobar que el sistema hidráulico de su MGP02 estaba dañado. "En mi primera vuelta de lanzamiento el equipo me alertó por radio de que el coche tenía un problema y que debía volver a boxes", dijo el alemán. "Intentamos solucionarlo, pero no tuvimos suficiente tiempo".

Sin embargo, pese a empezar desde el fondo de la parrilla, Rosberg confía en protagonizar una remontada más o menos similar a la que Schumacher hizo en Bélgica. "¡La estrategia será prometedora con tanto juego de neumáticos nuevo! Siendo serios, mi objetivo es quedar entre los diez primeros".

Por su parte, los problemas mecánicos volvieron a salir a flote en el HRT de Liuzzi, que tan sólo ha completado 70 kilómetros en Suzuka a lo largo del fin de semana, distancia que dista de los 464km de Ricciardo. "Ayer solo pude dar cuatro vueltas, esta mañana ocho, tras un problema con el motor, y esta tarde, en la sesión de clasificación lo mismo, así que al final apenas he rodado", explicó el italiano en el comunicado de prensa de su escudería.

No obstante, y pese a que no llegaron a la criba del 107%, los comisarios les han dado permiso para participar en la carrera de mañana. Sin ir más lejos, Liuzzi no ha rodado por debajo de ese límite en todo el fin de semana.

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