La marca automovilística Mercedes decidió meterse de lleno en la Fórmula 1 y para aterrizar por todo lo alto compraron a Ross Brawn su escudería. BrawnGP acababa de proclamarse campeón del mundo de pilotos -con Jenson Button- y de escuderías, así que era lógico pensar que las victorias llegarían con facilidad. La sorpresa para todos, incluido Brawn es que no sólo no han llegado sino que apenas han pisado el podio unas pocas veces en dos temporadas. El ingeniero nuclear reconvertido en director de equipo esperaba estar luchando por el campeonato en 2010, pero no ocurrió.

Este año esa posibilidad está aún más lejos y por todo ello, el británico exculpa a sus pilotos y asume su responsabilidad ante la inesperada situación. "Sí, he cometido algunos errores", respondió Brawn cuando le preguntaron si la culpa era suya desde el diario Bild. "Mis decisiones no siempre han sido correctas. El cambio [de Brawn GP a Mercedes GP] ha tardado demasiado tiempo", añadió.

También aclaró que los recursos del equipo habían disminuido: "En el equipo llevamos dos tareas difíciles al mismo tiempo: la corrección de los problemas del coche, y simultáneamente, hacer mejoras en las estructuras para evitar problemas [financieros] en el futuro", dijo Brawn.

A pesar de todo, exculpa a los pilotos: "Han hecho un buen trabajo y hay un momento en que no pueden sacar más del coche", dijo Brawn, quien desveló que un tercio de la plantilla de la escudería se centra ya en el coche de la temporada que viene.

"Ya cosecharemos buenos resultados en el futuro", dijo el técnico, comprometiéndose a seguir con el proyecto de Mercedes hasta que empiece a ganar. "Ciertamente, mi familia y yo estamos seguros financieramente, pero no voy a parar hasta que Mercedes empiece a ganar carreras de nuevo".