Los hechos hablan por sí mismos: las escuderías que han contado con sus servicios, han ganado. Y los equipos que lo dejan marchar, sufren. De los últimos 26 grandes premios, 14 los ha ganado un Red Bull salido del lapicero de Newey, unos números que valen más que cualquier palabra. ¿Pero qué es lo que hace a este genio de la ingeniería tan especial? Aquí lo desvelamos gracias a una entrevista concecida a la página oficial de la Fórmula 1.

Pregunta: Adrian, muchos pilotos de la parrilla dicen que no están pilotando contra Sebastian Vettel sino contra Adrian Newey. ¿Es eso así?
Adrian Newey:
(risas) No, eso no es verdad. Es una combinación de coche, piloto y motor. Sólo si los tres factores operan juntos se puede alcanzar el éxito.

P: ¿Qué porcentaje del total correspondería a cada factor?AN: Ésa es una vieja e imperecedera pregunta. Pero no es posible llegar a una conclusión definitiva en este cálculo porcentual. Necesitas un buen coche y un buen piloto. No ganas nada sin la combinación de ambos.

P: ¿Qué me dice del motor?

AN: Obviamente un coche no corre sin un motor. Pero hoy en día con la normativa congelada es muy difícil para un fabricante de motores lograr una gran ventaja sobre los demás. Por supuesto hay diferencias entre los distintos propulsores, y ahora mismo estamos encantados. Creo que todo el coche está bien. Ciertamente hemos tenido un buen inicio de temporada, pero la Fórmula 1 se basa por completo en el desarrollo. Así que ser rápidos al inicio del año no es suficiente. Tienes que ser el más rápido al final de la temporada.

P: Sebastian ha ganado cinco de las siete carreras y dices que el coche es bueno. ¿Que tendría que pasar para que dijeras que es fantástico?
AN: Tenemos que ganar el campeonato, nada menos. Entonces diré que es fantástico.

Necesitas un buen coche y un buen piloto. No ganas nada sin la combinación de ambos

P: Has ganado siete títulos hasta ahora en tu carrera, al igual que Michael Schumacher. ¿Piensas en ello?
AN:
¿Igual que Michael Schumacher? No. Por supuesto, he sido muy afortunado en mi carrera, y ganar los dos títulos el año pasado con Red Bull Racing fue muy especial porque yo me incorporé al equipo muy pronto. Estuve involucrado en un puesto central y levanté el equipo desde el inicio. Fue un desafío novedoso.

P: Cuando te uniste a Red Bull Racing estaba claro que pasarían algunos años hasta que estuvieseis en disposición de ganar. ¿Alguna vez te cuestionaste si podrías lograrlo?
AN:
Claro, tuve suerte de tener mucho éxito con Williams y luego McLaren, pero también sentía la necesidad de un nuevo reto. Mirar alrededor y pensar qué podría suponer un desafío fresco, miré la vela, en la Copa América, pero llegué a la conclusión de que unirme a un equipo desde el principio era el reto que estaba buscando. Fue como abandonar una ruta de seguridad en McLaren y desviar mi camino hacia territorio desconocido.

P: ¿Qué opinas sobre la costumbre de Sebastian Vettel de poner nombre a sus coches?
AN:
Simpatizo con esta costumbre porque yo siempre he puesto nombre a mis coches y motos. Mi primera moto se llamaba Hermes, mi actual coche, el GT40, se llama Monty, y el Ferrari se llama Bruno, y así sucesivamente. Siempre he elegido nombres de hombres, ¡son más fiables que las mujeres! (risas)

P: Has trabajado con algunos de los mejores pilotos de Fórmula 1. ¿Puedes clasificarlos respecto a sus talentos específicos en determinadas áreas?
AN:
Creo que sería un poco injusto hacer eso...

P: Pero entonces, ¿cómo calificaría a Sebastian? Solo tiene 23 años pero ya es campeón del mundo...
AN:
Lo especial de Sebastian es lo maduro que es para su edad. A menudo, he visto que cuando los pilotos saltan de repente de la oscuridad al estrellato y la fama, se les va directamente a la cabeza. Pierden terreno. Sebastian es muy ecuánime. Es un hombre muy privado y no se cree estar en la fama en absoluto. Piensa mucho en lo que hace y raramente comete el mismo error dos veces. Y es muy trabajador. Siempre está en el paddock por la noche, hablando con sus ingenieros, analizando los datos y reflexionando en lo que ha hecho subido al monoplaza. Creo que es una cosa que todos los buenos pilotos tienen en común.

P: Cuando ve a uno de sus monoplazas accidentarse en el muro, como en Mónaco y Montreal, ¿le hiere?
AN:
No, no me hiere, pero inmediatamente tengo el pensamiento de cómo esto afectará a nuestro programa para el fin de semana. ¿Cuanto tiempo de entrenamientos perderemos?, ¿cómo de rápido podremos ser capaces de repararlo?. Este tipo de cosas. Si siempre vas al límite, estas cosas suceden cuando vas un poco más allá de los límites.

Lo especial de Sebastian es lo maduro que es para su edad. A menudo, he visto que cuando los pilotos saltan de repente de la oscuridad al estrellato y la fama, se les va directamente a la cabeza. Pierden terreno

P: ¿Cómo hace frente a las presiones de su trabajo? Siempre queriendo ser el mejor debe pasar factura...
AN:
Es un estrés constante así que simplemente es el nivel en el que vivo. Encuentro que mi mayor enemigo es el tiempo. El trabajo consume mucho tiempo, y se puede consumir más si no vas con cuidado. Encontrar el suficiente tiempo para la familia, tener una vida fuera de la Fórmula 1... realmente tengo que arrebatar ese tiempo. Y entonces, cuando me encuentro inactivo durante una hora, casi me siento culpable por ello porque no estoy haciendo nada. Así que el tiempo es la mayor presión. Por supuesto, también está la presión de hacerlo bien. Si lo estás haciendo mal, entonces quieres hacerlo bien. Y luego, cuando lo haces, estás bajo presión para mantenerlo. Es un bucle infinito.

P: ¿Cuántas noches de insomnio ha tenido en los último cinco, diez, quince, veinte años? ¿Puede desconectar por la noche?
AN:
Tengo que decir que soy bastante afortunado en ello. Ocasionalmente, por supuesto, tengo noches de insomnio. Normalmente cuando he estado trabajando hasta tarde y luego me he ido a la cama demasiado rápido y mi mente sigue todavía funcionando. Pero en general, duermo decentemente por las noches.

P: Hasta ahora, siempre lo ha hecho bien con sus diseños, pero nadie puede hacerlo correctamente siempre. Cuando tiene que diseñar un monoplaza por las nuevas reglamentaciones, ¿existe el miedo de que quizá lo hace equivocadamente esta vez?
AN:
Para ser honesto, nunca tengo el tiempo para preocuparme. Llego y lo hago. La parte del diseño del coche es arriesgada, y esto significa que puedes ir arriba o abajo. Ocasionalmente, he cometido errores, quizá he tomado demasiados riesgos y el monoplaza ha sido demasiado problemático, pero también puedes ser demasiado conservador y no ir a ningún lado. Los cambios de regulación son siempre arriesgados, podría haber algo que no hemos visto pero otros si, y de repente te encuentras a la defensiva por ello. A parte de estas cosas, me gusta diseñar. Obtengo el disfrute de la combinación de diseño y deporte. Esto es lo que la Fórmula 1 es realmente. El monoplaza viene de unas ideas y, si quieres, viene de la parte artística del cerebro. Probablemente, todos podrían crear algo que fuera bonito, pero esto no significa que vaya a ir bien. Así, hay que sopesar las ideas con el lado físico y matemático, y esto requiere una alta disciplina.

Normalmente cuando he estado trabajando hasta tarde y luego me he ido a la cama demasiado rápido y mi mente sigue todavía funcionando

P: Obviamente, cuando las regulaciones cambian es importante identificar las posibles 'ambigüedades'. ¿Cómo afronta este proceso?
AN:
La primera tarea es que tienes que entender las normas, y entender lo que están dictando y lo que tienes que hacer. Te haces la primera idea y luego vuelves atrás diciéndote a ti mismo que es lo que quieren que construyamos. Y luego intentas identificar las ambigüedades y sopesar cómo puedes hacer que funcionen a tu favor.

P: ¿Cómo es su casa? ¿Es lo que esperaríamos de un gurú del diseño?
AN:
Mi hogar es una casa de estilo georgiano, construida a mediados de 1800 y la decoración interior es una mezcla de lo nuevo y lo viejo. Me gusta la mezcla, pero por supuesto, he de decir que aprecio el diseño en mi vida privada tanto como lo aprecio en mi trabajo. Me gustan las cosas atractivas.