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Una de esas primeras y escasas colaboraciones fue en 1976, cuando la marca suiza Corum llegó a un acuerdo con Rolls Royce y durante una década se fabricaron varias colecciones de relojes de hombre y mujer que reproducían a la perfección la parrilla de sus famosos coches. Esta fue la primera vez que una marca de automóviles se aliaba con una firma relojera. Aquel primer reloj Rolls Royce incluía la figura del “Espíritu del éxtasis” en la parte superior y se realizaron modelos en oro blanco, amarillo, platino y algunas variantes realmente recargadas con incrustaciones de diamantes. La colección de caballero incluía también los gemelos y un llavero que, por supuesto, también reproducía la famosa parrilla Rolls Royce.
Durante el tiempo que estuvo en producción esta colección se fabricaron bastantes unidades, por lo que a pesar de lo raros que son y del tiempo que ha pasado, los precios no son especialmente altos si los compramos con otras marcas. Lo cierto es que algunos de estos relojes Rolls Royce, especialmente los que llevan incrustaciones de diamantes, tienen unos precios similares a los de vehículos de esa época, alrededor de los 18.000 euros. De todas formas en algunas subastas actuales hay modelos básicos del Rolls Royce-Corum en oro amarillo con correa de cocodrilo cuyo precio de salida es de 2.400 euros.
Nueva colaboración
Mucho más exclusivos son los últimos relojes con la firma de Rolls Royce. Se trata de los desarrollados entre la marca británica y el relojero suizo Bovet 1822 para adornar el salpicadero o las muñecas de los propietarios de las tres unidades del Rolls Royce Boat Tail que verán la luz. Este exclusivo modelo, del que solo se han fabricado tres unidades, cada una de ellas diferente de acuerdo con los gustos de sus propietarios, cuesta 23 millones de euros, con lo que en el momento de su presentación el año pasado se coronó como el más caro del mundo.
Cada uno de los tres Rolls Royce Boat Tail lleva “de serie” un par de relojes, para caballero y señora, que pueden instalarse en el salpicadero, usarse como reloj de sobremesa o de pulsera. Esto es posible gracias al exclusivo mecanismo de soporte del Rolls-Royce Boat Tail diseñado por los ingenieros de BOVET y el equipo de diseño de Rolls-Royce Coachbuild a partir de una hoja de papel en blanco. Aunque en un Rolls-Royce la vibración se reduce naturalmente a un mínimo absoluto, inevitablemente todavía hay vibraciones indetectables. Este conjunto de montaje altamente complejo sirve para aislar los relojes de estas microvibraciones.
Los relojes, creados para esta primera versión de Boat Tail, tienen cajas de oro blanco de 18 quilates especialmente diseñadas, cuentan con esferas delanteras a juego con el mismo revestimiento de madera Caleidolegno que se utiliza en la tapa del maletero del Rolls Royce Boat Tail, y están terminados con los nombres de las parejas propietarias. El reloj de caballero está muy pulido; el de la dama tiene un grabado ornamentado y luego se rellena con laca azul. Debajo del reloj, el salpicadero está equipado con un cajón especial, forrado con el mismo cuero que los asientos de Boat Tail, que sirve como receptáculo de seguridad para guardar los relojes, las correas, la cadena y el colgante cuando no se usan.
