La empresa británica Subsea Craft es la responsable del desarrollo de esta curiosa embarcación pensada para el transporte y rescate de buzos. El objetivo para la que fue creada son las operaciones militares, de investigación y trabajos marinos pero tiene un innegable atractivo para el ocio. Su diseño está a medio camino entre el de una lancha carenada y un submarino y ha sido creado y optimizado por Naval Architets BAR Technologies de Reino Unido, líderes mundiales en dinámica de fluidos e ingeniería de materiales compuestos.
Su longitud es de 12 metros, está construido en fibra de carbono y ofrece capacidad para dos tripulantes y seis buzos con todo su equipo, con una autonomía de combustible de unos 460 kilómetros. En superficie se mueve gracias a un motor Diesel de 714 caballos con el que puede alcanzar una velocidad máxima de 74 km/h y sumergido llega a los 15 km/h. Para pasar de un modo a otro de navegación necesita menos de dos minutos para evitar ser visto en superficie. Una vez bajo el agua el submarino Victa utiliza propulsión eléctrica mediante dos motores de 20 kW y una batería de iones de litio, con un tiempo de inmersión aproximado de unos 25 minutos.
Su estructura y su diseño han sido pensados para que se pueda transportar en contenedores tradicionales, a bordo de otras embarcaciones, en un remolque terrestre, colgado en un helicóptero o en cualquier otro medio aéreo. "Victa añade una nueva dimensión a las operaciones marítimas. Por primera vez, las organizaciones de defensa y seguridad pueden desplegar una embarcación que viaja a gran velocidad a distancias notables en la superficie, antes de sumergirse para acercarse a su objetivo sin ser vista. Victa transformará las capacidades en entornos de alto riesgo ”, comenta Graham Allen, presidente de SubSea Craft.
Aunque ha sido creado para operaciones civiles y militares de alto riesgo, el submarino Victa ya tiene pedidos de particulares que buscan nuevas emociones y también de empresas de viajes aventura que piensan ofrecer “excursiones” diferentes más allá de las zonas costeras más habituales. Se estima que el precio de cada unidad de Victa ronda los nueve millones de dólares, unos 8,3 millones de euros.
