La Unión Europea le da una tregua a los vehículos Diesel que se someterán a pruebas de emisiones reales, realizadas en carretera y no en laboratorios como hasta ahora. Eso será a partir 2020 pero entonces podrán doblar los niveles permitidos en laboratorio tal y como habían solicitado los fabricantes demandando unos plazos lógicos.
Esta medida ha contado con el respaldo de los veintiocho Estados miembros. Sus expertos contemplan unos niveles de óxido de nitrógeno (NOx) de 168 miligramos por kilómetro en las pruebas en carretera para nuevos modelos. A partir de enero de 2020, estas emisiones sólo podrán alcanzar un máximo de 120 mg/km pero hasta entonces las marcas automovilísticas podrán desarrollar las tecnologías que permitan esta transformación.
La Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara había tratado de frenar esta medida vetando el acuerdo en octubre, pero ahora tanto el Parlamento Europeo como el Consejo han respaldado esta medida de modo que la Comisión Europea podrá legislar con total libertad en esta dirección.
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