El uso negligente del vehículo acarrea la mayoría de las averías que se reparan cada año en nuestro país. Ayer tuvimos un ejemplo especialmente sangrante con el taxista de Barcelona, que había manipulado el depósito de gas instalado en su coche y justo hoy hemos conocido este estudio que arroja unas cuantas cifras interesantes sobre el asunto.

Por ejemplo, equivocarse a la hora de repostar combustible supone el 26% de estas averías comunes. Este error suele ser habitual sobre todo cuando el conductor cuenta con dos vehículos que gastan combustibles distintos pero puede producir daños en el vehículo cuya reparación superen los 400 euros y lo que es peor, éstos no suelen estar cubiertos por el seguro.

En segundo lugar nos encontramos con otra negligencia importante: no hacer caso a los testigos luminosos del cuadro. Sí, puede parecer un tanto autodestructivo pero lo hacen un 20% de los conductores que acuden al taller para reparar su vehículo. Lo peor es que obviar estos indicadores suele acarrear averías mayores.

Siguiendo este mismo orden nos encontramos en el tercer puesto a los conductores que no realizan los mantenimientos estipulados por la marca en el tiempo y kilómetros debidos y no cambian las piezas de desgaste. Una mala conducta que supone alrededor de 16% de las visitas al taller, porcentaje ligeramente superior al de las averias causadas directamente por un mal estilo de conducción–13%–. Aquí nos encontramos con los típicos conductores que circulan en marchas inadecuadas, dar frenazos, o acelerones bruscos, pisar en exceso el embrague o circular con el motor por debajo de las revoluciones óptimas, lo que el los vehículos de gasóleo acumula carbonilla en la línea de escape, (Colectores, válvula EGR, turbo, catalizador, filtro anti-particulas,etc).

Por último, el estudio recoge otros fallos más o menos anecdóticos como dejarse las llaves dentro del vehículo, que afecta a un 10% de las averías, poner aditivos no adecuados al coche o chips de potenciación –6%– o por el contrario, dejar de añadir los aditivos fundamentales como el anticongelante para el sistema de refrigeración –5% –.

Por otro lado y más concretamente, el estudio recoge también el uso indebido del punto muerto en los coches con cambio automático. Algunos conductores lo seleccionan en las paradas cortas lo que produce sobreesfuerzos y desgastes en los elementos de tracción; mientras que en los todoterrenos o vehículos que se usan en caminos, también es necesario limpiar con mayor asiduidad los elementos de refrigeración y calefacción. Quitar barro, hojas o limpiar filtros para que no se produzcan sobrecalentamientos.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.