Los coches son, a menudo, los damnificados principales cuando el tiempo muestra su cara menos amable. Los hemos visto siendo arrastrados por corrientes de agua, sepultados por la nieve o completamente destrozados tras el paso de una tormenta. Precisamente, esta última imagen era la que a buen seguro tenía grabada en su cabeza el protagonista de nuestro vídeo del día, quien no estaba dispuesto a ver como el techo y los cristales de su nuevo Citroën C4 Sedan sufrían los desperfectos de una brutal granizada.

Por este motivo, ni corto ni perezoso, este hombre se abalanzó sobre su automóvil con un doble tirabuzón carpado, realizando una muestra de cariño inusitada hacia el Citroën. Ya en el techo, se lanzó a nadar a braza la distancia que separa Tenerife de Gran Canaria –por lo menos– y todo ello sin moverse de su coche, evitando así que el granizo dejara su imborrable huella en el sedán francés.

En el vídeo, se aprecia durante unos instantes la colaboración de un amigo que trata de cubrir con una alfombra el capó del coche con una inoperancia absoluta. Entre ambas opciones nos quedamos con la primera, pulmonía mediante, aunque agradecemos al amigo que no se sumara a la natación pues el ejercicio de sincronizada hubiera resultado aún más dantesco.

En el descargo de nuestro protagonista, sólo podemos apuntar que las compañías de seguros suelen rehusar el pago de los desperfectos ocasionados por las inclemencias meteorológicas. En este sentido, seguro que el espontáneo nadador puede estar orgulloso de semejante hazaña.

youtubeView full post on Youtube

Lettermark
Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.