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El diccionario de la lengua castellana nos define lo inmutable como aquello que no cambia, aquello que no experimenta variaciones de ningún tipo a lo largo del tiempo. En el universo de la automoción, el coche inmutable por excelencia es, sin duda, el Morgan Plus Four.
Surgido por primera vez en 1950, este roadster británico se ha mantenido prácticamente inalterado desde entonces. Sigue luciendo un carrozado clásico con generosas aletas en forma de estribos (aunque ya no se construya sobre un armazón de madera), y sigue guardando bajo su doble capó en compás un motor gasolina con potencia más que suficiente para disfrutar de la conducción espirituosa a cielo abierto. Y lo que es más, con una ausencia casi total de asistentes electrónicos, cosa que lo mantiene como una opción de compra muy apreciada por los petrolheads más puristas.
Ahora, de cara a los próximos años, Morgan ha querido otorgar al Plus Four una leve actualización que, sin romper ni por asomo su encanto intemporal, sí aporta un extra de agrado en su utilización y la vida a bordo.
La magia de lo incombustible
Aunque en un primer vistazo a las imágenes publicadas por Morgan no parezca así, el constructor artesanal británico asegura que ha cambiado varios detalles del diseño del Plus Four como los faros (más grandes y luminosos), las aletas, el splitter que hace las veces de paragolpes frontal o el escueto difusor trasero que acomoda las dos colas del escape.
No obstante, de la información compartida por la marca se desprende que los cambios más destacables tienen que ver con el dinamismo. Además de la suspensión estándar, con nuevos muelles y tarados para los amortiguadores, Morgan estrena un paquete opcional enfocado a una utilización más bien deportiva, denominado 'Dynamic Handling Pack' y que incluye muelles con altura y rebote ajustables más una barra estabilizadora trasera.
El motor sigue siendo el 2.0 TwinPower de origen BMW, el mismo bloque gasolina de cuatro cilindros y turbocompresor que Morgan introdujera hace unos años en el modelo como manera de modernizarlo y moderar sus emisiones de CO2 sin restarle cualidades deportivas. Más bien al contrario, con sus 255 CV a 5.500 RPM, el Plus Four nunca fue tan rápido llegando a una velocidad punta oficial de 240 km/h.
¿Pero de verdad queremos conducir el Morgan Plus Four con tanta prisa? La firma sabe que una gran mayoría de sus clientes valoran el placer de un buen paseo a ritmo calmado y, por ello, la nueva generación incorpora varios elementos que potencian el confort como un equipo de audio firmado por el especialista Sennheiser, iluminación ambiental para el habitáculo o una pequeña pantalla LCD entre los relojes del cuadro de instrumentos, la cual ofrece opciones de conectividad e infoentretenimiento.
Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.
