Confeccionado según la velocidad a la que circulan los conductores en aquellas ciudades que tienen más de 50.000 habitantes y una media de 200 kilómetros de carreteras en su circunscripción, el análisis de TomTom revela que, en Europa, el tráfico empeora con grandes retenciones que colapsan las entradas y salidas de las mismas. A la cabeza del ranking de las 10 ciudades comunitarias que peor tráfico presentan están Bruselas (que empeora sus datos un 1,2% respecto a 2010), Varsovia, Londres, Wroclaw, Toulouse, Lyon, Edimburgo, Marsella, París y Manchester. De todas ellas, cuatro pertenecen a Francia y tres a Reino Unido. En los siguientes 10 puestos, Italia con Milán, Roma y Nápoles se sitúa por detrás.

En el otro lado de la moneda se encuentran países como España, Suiza, Noruega, Hungría, Irlanda y la República Checa, en las que el estrés es menor porque cada una sólo presenta una ciudad entre las 50 del estudio. Barcelona, en nuestro caso, ocupa el puesto 23 con un 25% de las carreteras congestionadas. Para los barceloneses, estos datos mejoran con respecto a 2009 al reducirse los embotellamientos un 1,3%. El país que mejora sustancialmente respecto a otros años es Irlanda. Aun situando a Belfast en el puesto número 12, se ha producido una disminución del tráfico cercano al 2%, mientras que Dublín ha hecho lo propio casi un 10%.

Los motivos que figuran como principales motivos para que el tráfico aumente son la industrialización de la zona, el número de habitantes, la estacionalidad del año, accidentes y los diseños de las vías que, muchas veces, son incapaces de soportar todo el volumen.