Johnson pasará al presidente de la primera potencia mundial una factura de 10 libras (11,6 euros) por coche, una tasa que también se aplicará a "La Bestia", el Cadillac oficial del mandatario. "Estoy encantado de poder decir que el Cadillac presidencial pagará el peaje", afirmó Johnson, quien indicó que aplicará esta tarifa a la comitiva del presidente porque "no cortamos las calles durante su visita", a diferencia de lo ocurrido durante el reciente viaje del Papa.

Estas declaraciones llegan en el marco de una disputa entre Johnson y la embajada de Estados Unidos que, según las autoridades de Londres, debe a la ciudad 5,3 millones de libras (6,1 millones de euros) en concepto de peaje urbano. El cuerpo diplomático estadounidense lleva acumuladas más de 45.000 advertencias desde que el peaje entró en vigor en 2003, un asunto que el alcalde de Londres trató con Obama durante su encuentro en el Palacio de Buckingham. "Tuvimos una amistosa conversación y seguiremos tratando el tema", dijo Johnson. Un portavoz del alcalde señaló que la factura por la escolta del presidente Obama se sumaría a los más de cinco millones de libras a los que asciende la deuda de la embajada estadounidense.

A juicio de Estados Unidos y de muchas otras embajadas de la ciudad, la tarifa de congestión es un impuesto y, por tanto, no deberían estar obligadas a pagarlo.