Si eres padre o madre, ten en cuenta este dato: una sillita de bebé evita hasta en un 75% las lesiones a los más pequeños de la casa. El dato es suficientemente importante para que, a la hora de comprar una, tengas en cuenta todos los factores posibles para proteger a los pequeños y no sólo el precios que, por desgracia, sigue siendo uno de los principales motivos para decantarse por una o por otra. Ante este panorama, los principales clubes automovilísticos europeos han realizado una serie de estudios a 30 de las principales sillitas que se comercializan en los países de dichos representantes (en el caso de España, el RACE) y, el resultado, ha sido muy esperanzador porque las pruebas, desde el año 2000, se han endurecido y cada vez más se han obtenido mejores valores.

Para empezar, de esas 30 sillitas, una sólo ha conseguido la calificación de "muy satisfactoria", 16 fueron "satisfactorias", seis "aceptables", dos "insatisfactorias" y cinco "muy insatisfactorias". Para llegar hasta estas conclusiones, se han analizado cuatro campos de cada una de los sistemas de retención: la seguridad que reporta (si se coloca en sentido de la marcha o no, además de la capacidad de protección del niño), el manejo y la ergonomía (si son fáciles de instalar y quitar y si el niño va cómodo o no), las sustancias peligrosas (con las que pueden estar fabricadas, como determinados hidrocarburos, colorantes y metales pesados, entre otros) y la limpieza y confección, aunque las que más peso han tenido a la hora de evaluar han sido las dos primeras.

Así, la sillita más segura fue la Römer Baby-Safe Plus II SHR con base Isofix mientras que las peores CasualPlay Fix QR con reposapiés, CasualPlay Fix QR sin reposapiés, Phil & Teds Tott-XT, Brevi OKI b fix y Graco Junior Maxi.

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