Ahora lo ha hecho con el SLS AMG, al que ha sometido a un régimen con nuevos componentes en el exterior y el chasis que disminuyen su peso. Para ello se ha servido de su último material favorito: la fibra de carbono.Esta se puede encontrar en partes de la carrocería como las entradas de aire frontales - las cuales tienen la palabra Brabus iluminada en azul cuando se pulsa un botón de la llave o al abrir las puertas -, el alerón trasero y el difusor. El preparador alemán también ha fabricado un sistema de escape de titanio con cuatro salidas - que pesa un 40 por ciento menos que el original, añade 10 CV extra al motor y tiene una función para disminuir el sonido que emite, lo que interesará "a los vecinos cuando el SLS vuelve a casa bien entrada la noche", según Brabus - y unas llantas Brabus Monoblock F Platinum Edition de 20 pulgadas delante y 21 detrás, un 12 por ciento más ligeras que las que lleva por defecto el SLS AMG, que montan los neumáticos de medidas 275/30 ZR 20 y 295/25 ZR 21 de Pirelli y Yokohama respectivamente.Otras modificaciones son los amortiguadores configurables en dos modalidades, una más confortable y otra más deportiva, y la altura ajustable de la suspensión (Ride Control), que permite acercar el deportivo alemán 40 mm más al suelo. No obstante, Brabus ha pensado también en las dificultades que eso supondría para superar badenes y al bajar a aparcamientos subterráneos, por lo que pronto ofrecerá un sistema que elevará el morro hasta 50 milímetros.En el interior Brabus ha instalado un velocímetro que marca hasta 400 km/h (según el preparador es una pista de lo que otorgará la preparación del motor cuando la termine), un volante rediseñado, placas con la palabra Brabus en los bajos de las puertas y se ofrecerán distintos tipos de tapicerías en piel y cuero y acabados en madera o fibra de carbono personalizables por el dueño.
