Como el mastodonte de potencia turbo que representa para Porsche, el GT2 podríamos interpretarlo como una variante más 'hardcore' del 911 Turbo. Tan sólo 300 GT2 llegaron a EE UU en la época del 996 y, con su bajo kilometraje, esta unidad tiene un potencial excelente. Su subasta en Bring a Trailer termina el 29 de enero.

    El 911 GT2 es un coche con una cierta fama de crudo, una actitud que se remonta a los tiempos del 'exterminador' 930 Turbo. Ahora, con esta subasta en Bring a Trailer, tienes una oportunidad de probar (o al menos, admirar) uno de los 911 más 'de pelo en pecho' que jamás construyó Porsche.

    Para el profano no será más que otro 911 plateado y, a juzgar por sus faros ovoides, no precisamente uno de los más deseables. Pero saca la lupa y descubrirás esas pinzas de freno amarillas sobre discos carbocerámicos, el alerón tan especial, y el sutil emblema 'GT2' sobre la tapa del motor. Esto no es un 'nueveonce' de andar por casa; aquí hay un monstruo.

    Mientras el GT3 era la estrella del circuito, peleándole las curvas a máquinas del estilo del Corvette Z06, el GT2 era básicamente un 911 Turbo sin domesticar: más ligero, más potente y desprovisto de ayudas al conductor como el control de estabilidad. Si el GT3 era un bisturí, el GT2 era una mina Claymore, y si no tenías cuidado podía enviarte un brazo o una pierna a Tucumcari. Al igual que al primigenio 930, no soportaba bien el manejo inconsciente.

    En la parte posterior, el GT2 recibió el mismo 3.6 bóxer de seis cilindros que el Turbo de su época, igualmente derivado de la competición pero con turbocompresores más grandes, más refrigeración, y un software mejorado. El aumento de potencia era de casi un 15% hasta alcanzar los 474 CV, y prescindir de la tracción integral ahorraba más de 100 kg de peso. Los generosos frenos carbocerámicos eran de serie, lo cual ayudaba cuando rodábamos cerca de su velocidad punta homologada de 315 km/h.

    porsche 911 gt2
    Bring a Trailer
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    Cuando nuestros compañeros de Car and Driver en EE UU lo condujeron por Alemania en 2001, anotaron que el GT2 "requiere una concentración ininterrumpida a medida que la aguja del velocímetro asciende hacia el tope de su escala. Una conducción que deja ojiplático, pero seriamente adictiva a pesar de todo. Ello, aderezado con la insistencia del GT2 de 'vamos, vamos, vamos', deja un descargo de responsabilidad implícito, un marchamo que lo vuelve sólo apto para conductores avezados, a quienes avisa tal que así: 'Mira, muchacho, no soy tu madre, aquí estás a solas'".

    Esta unidad americana a subasta pertenece a la cosecha de 2003 y prácticamente no tiene defectos, además de venir con toda la documentación pertinente. A punto de cerrarse las pujas el precio está en 167.500 dólares (154.058 euros), si bien todavía hay tiempo para que ascienda conforme se acerque la caída del martillo.

    porsche 911 gt2 bring a trailer auction
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    La unidad tiene apenas 6.437 km en su odómetro, y viene acabada en plateado con interior en negro. Los guarnecidos de los 996 no suelen tolerar bien el paso de los años, pero este coche ha conservado muy bien sus paños en piel, y se presenta con ese punto de recatado y ejecutivo, justo lo que quieres en un Porsche.

    Si bien este GT2 podría ser un 'pelotazo' como inversión económica, si eres el afortunado en llevártelo a casa, haznos un favor y condúcelo de cuando en cuando. No importará mucho que el contador marque 6.000 ó 7.000 km, y el anterior propietario ha renovado recientemente la mayoría de consumibles del motor, incluyendo las bujías. El suertudo que lo compre está obligado a experimentar, al menos por una vez, el sudor y la adrenalina qeu supone estar tras el volante de todo un Porsche con turbo.

    Vía: Car and Driver
    Lettermark
    Brendan McAleer
    Contributing Editor
    Brendan McAleer is a freelance writer and photographer based in North Vancouver, B.C., Canada. He grew up splitting his knuckles on British automobiles, came of age in the golden era of Japanese sport-compact performance, and began writing about cars and people in 2008. His particular interest is the intersection between humanity and machinery, whether it is the racing career of Walter Cronkite or Japanese animator Hayao Miyazaki's half-century obsession with the Citroën 2CV. He has taught both of his young daughters how to shift a manual transmission and is grateful for the excuse they provide to be perpetually buying Hot Wheels.
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    Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil. Eterno aprendiz, también, en el novedoso sector de la movilidad sostenible. Licenciado en Periodismo con varios años de experiencia en esto de hablar sobre las cuatro ruedas.