Si la temperatura en el interior del coche es de 35ºC un conductor reacciona un 20% más lento que si lo hiciese a 25ºC. De hecho, según un estudio realizado por Seat la situación es similar a conducir con una tasa de alcoholemia cercana a 0,5 gr/l en sangre.

Su utilización correcta por lo tanto repercute de forma directa en la seguridad vial. Ya la propia DGT recordó a través de su cuenta oficial de Twitter la importancia de manejarlo de forma correcta.

Uso del aire acondicionado del coche

Lo primero que hay que saber es que la utilización del aire acondicionado repercute en el consumo del coche y resta algo de prestaciones al motor, algo que se aprecia sobre todo en los coches menos potentes y en situaciones donde se le exige al vehículo un esfuerzo extra, como por ejemplo una subida prolongada con altas temperaturas. Por eso resulta decisivo mantenerlo en buen estado.

Tanto el climatizador como el aire acondicionado tienen una función de recirculación. ¿Cómo se utiliza? Desde Alquiber, empresa especializada en el negocio de alquiler de vehículo de renting flexible nos dan algunas recomendaciones para aprovechar al máximo esta función, todavía muy desconocida por parte de algunos conductores.

Cuando ponemos el aire acondicionado, la calefacción o el ventilador del coche el aire es absorbido del exterior y reconducido, pasando por una serie de conductos y filtros al interior. Pero cuando accionamos el botón de recirculación, lo que sucede es que el acceso del aire directo del exterior se cierra y el usado para la ventilación es el que está dentro.

Éste se reabsorberá y pasará de nuevo por el sistema y los filtros para volver a ser expulsado. Así de forma sucesiva.

Función de recirculación

De esta forma conseguiremos algunas ventajas como por ejemplo evitar que entre aire sucio procedente del exterior, habitual si estamos en un atasco, al atravesar un túnel con mucho tráfico, o al circular por una zona con polvo en suspensión.

En definitiva, el reciclaje del aire nos será de gran utilidad cuando el del exterior esté muy contaminado, huela mal, o tenga mucho polvo.

Con esta función ya habitual en la gran mayoría de los coches, da igual si tienen aire acondicionado o no, conseguiremos un viaje más cómodo y además protegeremos la salud de los ocupantes, dado que evitamos que lleguen ciertas partículas del exterior, dado que los filtros no son capaces de retener el 100% de ciertas emisiones.

También la recirculación ayuda a que el habitáculo se enfríe mucho más rápido, al no tener que coger aire más caliente de fuera y transformarlo a la temperatura señalada. Al utilizar aire cada vez más frío que procede del interior del vehículo, no sólo la temperatura bajará más rápido y además consumiremos menos y el dispositivo trabajará en menor medida también.

Eso sí, es importante señalar que esta función de recirculación se debe usar de forma puntual y no mucho tiempo seguida, dado que el aire reciclado no sólo tiende a empañar los cristales, sino que, además, causa somnolencia, uno de los peores enemigos al volante porque no se renueva e interior del habitáculo, sobre todo si viajan varias personas.

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Rodrigo Pareja

Periodista especializado en movilidad en todas sus variantes: coche, moto, bicicleta, patinete eléctrico... y no siempre por este orden, dado que la forma en la que nos desplazamos está cambiando. Más de 20 años de experiencia en el mundo del automóvil y en constante adaptación en un sector que no deja de generar noticias.