La imaginación a la hora de modificar algunos coches no tiene límites, incluso en modelos como los pick-up que con un par de apaños pueden convertirse en lo más parecido a un devorador de dunas. Sin embargo no hemos visto muchos Chevy pick-up como este Chevrolet Colorado.
Su nombre es Kymera y su aspecto parado ya es capaz de inspirar terror, y es que sus suspensión elevada, sus grandes ruedas separadas de una carrocería que ha perdido los guardabarros, parte del frontal o la cama trasera, y sus afiladas partes en color cobre lo convierten en una extraña combinación entre un trophy truck y un coche salido de Death Race.
Dejando un denso humo negro
Sin embargo sus creadores, una empresa de Carolina del Sur llamada Fab Fours ha ido más allá de lo meramente estético. Kymera cuenta con una configuración de motor central trasera, donde antes se situaba la zona de carga el pick-up, aunque de hecho tampoco se trata del motor de serie de Chevrolet. El elegido es un colosal motor diésel Cummings V8 de 5.9 litros equipado con dos turbocompresores que no solo permiten alcanzar una potencia de 650 CV, sino que además hacen que este Colorado suelte una densa columna de humo negro cada vez que se pisa el acelerador, lo que lo hace aún más terrorífico.
Acompañando a estas prestaciones mejoradas encontramos una nueva suspensión con amortiguadores y resortes de Fox dignos de un coche de competición off-road. Además cuenta con dirección también en las ruedas traseras, lo que lo hace realmente ágil y maniobrable a pesar de sus dimensiones.
Nacido para sortear cualquier obstáculo
Pero si hay un lugar donde Kymera se siente como pez en el agua es fuera de las carreteras, donde es capaz de afrontar los terrenos más accidentados o devorar dunas sin problemas. Y si ocurriera cualquier problema durante la travesía que no le permita seguir cuenta en su frontal con un cabrestante capaz de soportar más de 5.000 kg para reanudar su jornada de terror.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
