Para muchos el Lexus LFA se ha convertido en uno de los deportivos japoneses más importantes de la historia, e incluso ocupa un lugar de honor entre los superdeportivos más especiales. No es para menos en uno de los proyectos más ambiciosos y también largos de la historia de Toyota, de hecho aún hoy se le sigue recordando con cariño a pesar de que este superdeportivo del que solo se hicieron 500 unidades se dejó de fabricar en 2012.
Sin embargo si el LFA ya es un coche especial pocas de esas 500 unidades puede compararse con este extraño ejemplar de acabado cromado que ahora sale a la venta en el portal alemán Mobile.de. Eso sí su precio también es, digamos, especial.
Con solo 870 km recorridos
Porque este Lexus LFA que se vende en Alemania es sin duda el más deslumbrante de todos sus hermanos gracias a este -para algunos cuestionable- acabado cromado que cubre toda su carrocería. Y su precio es ni más ni menos que de algo más de un millón de euros, impuestos incluidos, exactamente 1.049.600 euros. ¿Justifica este acabado tan especial semejante cantidad de dinero?
Quizás lo haga un poco más el hecho de que solo haya recorrido 870 km desde que salió de fábrica, de hecho salta a la vista que su estado es inmejorable, casi a estrenar. Su interior además luce esa llamativa combinación de cuero rojo y negro con la fibra de carbono como el primer día. Añádele a eso el adictivo sonido procedente de su V10 atmosférico con 560 CV de potencia y tienes como resultado una compra realmente tentadora.
Un unicornio plateado con un rugido inolvidable
Guste más o guste menos su pintura exterior y su precio de altos vuelos lo cierto es que si el Lexus LFA ya es un coche bastante difícil de ver, formando parte de una serie de 500 unidades, más lo es aún encontrar una unidad con tan pocos kilómetros recorridos como esta. Así que mejor no pensárselo mucho si cuentas con el dinero necesario para hacerte con él.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
