Los próximos cinco minutos de vídeo son bastante impactantes y no lo decimos porque vaya a aparecer algún accidente, ni nada por el estilo, sino porque nos acerca las sensaciones que siente un conductor cuando se pone a los mandos de una bestia japonesa con más de 1.000 caballos de potencia y un único eje al cargo de todo ese torrente de energía. La impresión que nos da es que por mucha experiencia que tenga la persona tras el volante, en cualquier momento este Toyota Supra puede dejarle vendido.

Rienda suelta en la Autobahn

La indomable máquina que protagoniza este documento es un Supra A80 muy modificado que ha pasado por las manos de AutoTopNL y ha dejado patente tanto su inmenso potencial como el cuidado que debe tener el conductor en todo momento para que la situación no se descontrole demasiado. Hablamos de uno de los automóviles más adorados por las compañías de personalización de todo el mundo y no es para menos pues su propulsor 2JZ de seis cilindros admite preparaciones tan salvajes como esta.

preview for MagnaFlow xMOD, el escape modular para el Toyota Supra

No tenemos muchos detalles sobre la unidad en cuestión y los únicos datos que se facilitan en el vídeo es que debajo del capó late un bloque de 3.0 litros que gracias a la presencia de un turbocompresor de grandes dimensiones y a otro tipo de ajustes, arroja sobre el asfalto nada menos que 1.239 caballos de potencia y un par máximo de 1.120 Nm. Toda esa energía es digerida por una caja de cambios manual que la envía directamente al tren trasero, un eje que debe lidiar con los más de 340 km/h de velocidad máxima.

Una bestia indómita

No sabemos cómo se habrá sentido el conductor pero da la impresión que debe ser una mezcla entre terror y diversión, merced a la impresionante forma de acelerar del Toyota y al sonido de la mecánica turboalimentada cuando esta supera las 8.000 rpm del tacómetro. De todas las escenas puede que la más llamativa sea cuando, pasado el tercer minuto, el probador reduce una marcha, mantiene el propulsor a 6.000 vueltas y decide pisar el acelerador a fondo. La velocidad aumenta en cuestión de segundos y el sonido es alucinante.

Unos segundos más adelante nos encontramos con otra escena espectacular, esta vez en una incorporación a la Autobahn alemana. El ritmo endiablado que adquiere el Supra no parece tener fin y únicamente cuando se alivia la presión sobre el pedal derecho, la bestia se relaja. Si bien el coche nunca fue diseñado para alcanzar los 300 km/h de fábrica, esta unidad se siente como pez en el agua cuando se acerca a ellos. Sin más dilación, es hora de disfrutar del vídeo.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta